1813. Nace Henry Bessemer, ingeniero e inventor británico, inventor del proceso de refinado de acero que lleva su nombre (el Proceso Bessemer, que se aplica en los Hornos Thomas-Bessemer de la siderurgia). Hizo su fortuna mediante una fórmula secreta para fabricar “polvo de oro”, una purpurina a base de polvo de latón y pintura que invadió el mercado y doró media Inglaterra; marcos de cuadros, interiores de palacios e iglesias, figuras de madera o escayola, carruajes, barcos, etc.. Durante la guerra de Crimea inventó un proyectil de artillería muy eficaz, sin embargo los técnicos militares informaron que los cañones de hierro fundido de la época no eran capaces de resistir la fuerza de este nuevo proyectil. Bessemer se centró en resolver el asunto y así, en 1855, patentó un proceso de refino y reducción de hierro para producir acero en cantidades industriales a bajo costo. El impacto de este invento, en el contexto de la Revolución industrial, fue inmenso al propiciar que la naciente industria pesada de astilleros, ferrocarriles, maquinaria fabril, etc., tuviera materia prima abundante y barata. Experimentó con la fusión de metales a través del uso de un horno solar de 305 centímetros de diámetro, construido con muchos espejos planos diminutos.
1843. En Gran Bretaña, es botado el S.S. «Great Britain», el primer transatlántico moderno accionado a hélice con casco hecho de hierro. Es diseñado por el constructor británico Isambard Kingdom Brunel; la primera travesía de este buque inició el 26 de julio de 1845 con 360 pasajeros y 600 toneladas de carga, de Liverpool hacia Nueva York.
1963. En Estados Unidos, Joe Walker vuela un avión North American X-15 a una altitud récord de 106 km, con una velocidad máxima de 5,971 kilómetros por hora. Según la convención internacional establecida por la FAI (Fédération Aéronautique Internationale, que es una institución deportiva internacional la cual fijo más de 100 kilómetros de altitud para declarar vuelos espaciales), este altura califica como vuelo espacial. Walker volvió a superar los 100 kilómetros de altitud (107.960) el 22 de agosto de ese mismo año a una velocidad máxima de 6,106 kilómetros por hora. Fue el único piloto que alcanzó los 100 kilómetros de altitud con esa nave, mientras que la mayor velocidad con la misma la obtuvo Pete Knight, el 17 de octubre de 1967, con 6,206 kilómetros por hora.