Desde hace más de 15 años la Universidad Veracruzana (UV) aplica a sus alumnos de nuevo ingreso el Examen de Salud Integral (ESI), con la finalidad de conocer el estado de salud en el que se encuentran y, en su caso, apoyarlos en aspectos fisiológicos, orgánicos y psicológicos. Lo anterior lo dio a conocer Eli Alejandra Garcimarrero Espino, directora general del Área Académica de Ciencias de la Salud de esta casa de estudios.

La funcionaria universitaria agregó que este examen se aplica de manera voluntaria, con consentimiento informado y declarativa de privacidad en cuanto a la información que arroja.

         A su vez, María Irene Hernández Guevara, responsable del apoyo administrativo para los cinco campus universitarios en la aplicación del ESI, explicó que cuando se hace la valoración del alumno y se detecta alguna patología o factor de riesgo que pueda impactar en su rendimiento académico, se le canaliza al área médica correspondiente para que se le brinde orientación o apoyo que le permita resarcir algún posible daño.

         Indicó que en los dos últimos procesos, en agosto de 2012 se atendió a 15 mil 871 alumnos, y en el correspondiente a 2013 fue a 14 mil 981 alumnos, más mil 53 en abril debido al proceso de ampliación de la matrícula.

         Sobre el procedimiento de aplicación, apuntó que se enfatiza en dos fases: la primera, que es en línea en donde el alumno ingresa al portal http://esi.uv.mx/esi/ donde debe llenar cuatro cuestionarios que contienen algunas referencias como salud mental, autoestima –ansiedad y relaciones familiares–, nutrición y actividad física.

         La fase dos es presencial por las prácticas de laboratorio de biometría hemática, determinación de grupo sanguíneo, factor Rh, una prueba química y el examen general de orina. En el caso de enfermería, se les toman signos vitales, y se le da referencia a su historial de vacunación, debido a que muchos de los alumnos desconocen qué vacunas tienen y cuáles necesitan.

         En el apartado de nutrición se les realiza una valoración antropométrica con la medición de peso, talla, circunferencia de cintura y pliegue tricipital para obtener los índices de masa corporal y masa grasa.

En cuanto a odontología, se lleva a cabo una exploración de cavidad oral –encías, lengua y paladar–, así como de piezas dentales.

         Hernández Guevara puntualizó que con el diagnóstico se hace un reporte del estado de salud actual, pero en ningún momento se puede considerar o utilizar como un certificado médico.

         Más adelante recordó dos casos especiales, uno de cardiopatía y otro de leucemia. En el segundo de ellos, dijo que los padres de una alumna reportaron que constantemente se decía cansada, con mucho sueño y que no comía bien.

Sin embargo al realizarle la valoración médica, “hasta en cuatro repeticiones”, ésta arrojó una leucemia bastante avanzada. “Afortunadamente este caso se presentó en una región en donde la pudieron apoyar al 100 por ciento, y hoy la chica está en tratamiento y el padecimiento no ha avanzado más”.

         Por otra parte, destacó también que el ESI no contempla la prueba de ELISA –utilizada para el diagnóstico del VIH–, pero si algún alumno la solicita se le canaliza al Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu), donde cuentan con este tipo de pruebas especiales, y si se requiere de mayor apoyo su canalización se hace a través de su seguro facultativo hacia alguna entidad privada.

         Por último, indicó que en los cinco campus universitarios el número de alumnos que no aceptan hacerse el ESI oscila entre el siete y 10 por ciento, aproximadamente, del total de la matrícula. En esos casos, la Universidad respeta su decisión.

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