Temas como la forma en que los gobiernos impulsan a las universidades para superar la desigualdad en la cobertura del sistema de educación superior, la inclusión en la educación de poblaciones de menores ingresos sin que exista discriminación, la inserción de la población indígena y la atención de la interculturalidad, la homologación de los títulos y acreditaciones, fueron debatidos y analizados por rectores de universidades iberoamericanas.
Lo anterior se dio en la mesa de trabajo “Iberoamérica: sociedad, cultura e integración”, moderada por Sandra León Coto, rectora de la Universidad Nacional de Costa Rica, del Foro Internacional “Educación Superior y el Desarrollo Iberoamericano”.
León Coto informó que estas discusiones se insertarán en un documento para presentarlo ante los jefes de Estado en la XXIV Cumbre Iberoamericana que realizará en diciembre.
Explicó que los tópicos deben estar cobijados por el “fomento de una identidad de la comunidad iberoamericana”, la cual fue propuesta por los rectores para que sea creada y constituida con autonomía de juicio y colaboración mutua.
Asimismo los rectores consideraron importante señalar a los gobiernos que las universidades aspiran tener la oportunidad de continuar creciendo como instituciones de educación superior y que al mismo tiempo están dispuestas a realizar una rendición de cuentas y transparencia ante la sociedad.
Enrique Ayala Mora, rector de la Universidad Andina “Simón Bolívar”, habló sobre la relación entre los procesos de integración y los sistemas universitarios. Dijo que la integración es un proceso en el que ahora están embarcados varios países en el mundo y que puede contribuir al desarrollo de la universidad.
Destacó que es importante hacer una distinción entre la cooperación internacional y la integración. “Desde muchos años las universidades hacen una buena cooperación internacional, México es un ejemplo mundial de cooperación universitaria”.
Sin embargo la integración universitaria presupone un compromiso en términos de cumplir las normas que emiten organismos acreditadores y que en la mayoría de los casos los indicadores que se miden son norteamericanos, lo que incide negativamente “puesto que las condiciones entre Norteamérica e Iberoamérica son diferentes”.
Ayala Mora comentó que el desafío es desarrollar un sistema de acreditación con criterios que midan la calidad de la educación de acuerdo a la sociedad iberoamericana. Puntualizó que se debe partir de que ni siquiera las cuestiones de presupuestos en investigación científica son las mismas entre los países iberoamericanos y norteamericanos.
Por su parte el rector de la Universidad Cristóbal Colón, José Manuel Asún Jordán, preguntó si la universidad ha perdido su monopolio de enseñanza-aprendizaje y de creación o generación de conocimientos. Comentó que “hoy los jóvenes buscan una construcción de saber en la que son co-autores”.
Asún Jordán enfatizó el reto a la pertinencia de los programas de formación universitarios frente a empleos que serán ejecutados por programas informáticos o empleos que todavía no existen. Por ello, explicó que el proceso de enseñanza-aprendizaje debe ser una “gobernanza colaborativa basada en la colaboración” entre las instituciones y el gobierno.
La capacitación, actividades y habilidades de los docentes universitarios son fundamentales para enriquecer el proceso enseñanza-aprendizaje en la formación de los jóvenes, sentenció la rectora de la Universidad Politécnica de Nicaragua, Lidya Ruth Zamora Cortés.
Sostuvo que los docentes deben tener una capacitación continua para mantener estándares de calidad y excelencia, incentivar un trabajo interdisciplinario que fomente la investigación y la ética en los alumnos, y ponderar las experiencias para vincular la teoría con la práctica cotidiana.
Subrayó que docentes y estudiantes deben participar activamente a través de propuestas que “desde la teoría se vinculen con la realidad, a fin de contribuir a la resolución de problemas que aquejan a nuestra sociedad”. Coincidió en la necesidad de plantear un mayor sentido de comunidad entre las universidades en la región y compartir objetivos que sean comunes y experiencias que permitan el crecimiento y desarrollo intelectual y profesional.
Para concluir, la coordinadora general de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública, María de Lourdes Casillas Muñoz, expresó que las políticas públicas establecidas no han logrado eliminar los estigmas de los pueblos originarios y planteó la necesidad de ofrecer una educación de calidad que reduzca las desigualdades y promueva espacios de investigación entre los pueblos indígenas.
Casillas Muñoz indicó que la universidad es la institución idónea para poner en diálogo todas las culturas y rescatar el saber acumulado por los pueblos originarios.