El doctor Julio Sotelo Morales recibió el Premio Luis Elizondo en la Categoría Científico y Tecnológico al Sentido Humano que otorga el Tecnológico de Monterrey, por el descubrimiento de los primeros fármacos para tratar la neurocisticercosis y por la formación de investigadores que ocupan puestos clave en diversas instituciones de salud e investigación a nivel mundial.
El Premio Luis Elizondo fue instituido en 1967 con el fin de incrementar el saber científico y promover la fraternidad humana y es administrado por el Tecnológico de Monterrey.
El jurado para la categoría Científico y Tecnológico al Sentido Humano estuvo integrado por los doctores José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México; Arturo Menchaca Rocha, expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias; y Sergio Serna Saldívar, Director del Centro de Investigación y Desarrollo de Proteínas del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.
Al recibir el reconocimiento Julio Sotelo, investigador emérito del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, recordó cómo en su trayectoria científica llegó al descubrimiento de un tratamiento barato y efectivo contra la neurocisticercosis, una enfermedad que cada año afecta a entre 30 y 50 millones de personas de bajos recursos en todo el mundo.
“Una de mis pocas cualidades es que siempre he sido agradecido. La frase: ‘el que honra se honra’ ha sido un lema en mi vida”, dijo para agradecer el apoyo que a lo largo de su vida le han brindado su familia, maestros y colaboradores.
Por su parte, José Narro Robles hablando a nombre del jurado dijo que que el Premio Luis Elizondo se ha configurado como uno de los grandes premios nacionales. “Tiene una historia que se remonta a los años 60 y que se ha venido consolidando en sus distintas categorías como uno de los premios más reconocidos y más ambicionados por quienes tienen desarrollos académicos o de servicio a nuestra sociedad”.
Además de Sotelo, recibieron el Premio el Instituto Cultural del Valle de Ameca, en la categoría Humanitario; y el Grupo Estudiantil Bioingeniería Estudiantil, en la categoría Humanitario para Agrupaciones Estudiantiles.
Los ganadores recibieron la escultura “La Llama de la Humanidad”, un reconocimiento escrito y un estímulo económico.
Para le edición 2014, se recibieron 160 propuestas de varias entidades del País, entre las que destacan: Estado de México, Distrito Federal, Jalisco y Nuevo León: 37 para la categoría Científico y Tecnológico al Sentido Humano, 110 para la categoría Humanitario y 13 para la categoría Humanitario para Agrupaciones Estudiantiles.
La ceremonia, realizada el pasado 21 de octubre, fue encabezada por: Alicia Navarro de Martínez, Presidenta del Patronato del Premio; Salvador Alva Gómez, Presidente del Tecnológico de Monterrey y José Narro, Rector de la UNAM; así como los miembros del Patronato: Susana Canales Clariond de Odriozola, Carmen Garza T. de Salinas, Ricardo Guerra Sepúlveda, Yolanda Gutiérrez de Galán, Yamille de la Garza y Carlos Cruz Limón.