Savina Sánchez Martínez, oriunda de Tierra Blanca, aún sigue luchando contra el cáncer, pero por eso mismo le cuenta su historia al mundo, con la esperanza de que su experiencia llegue a más mujeres para crear conciencia y animarlas a que se realicen a tiempo los exámenes exploratorios.
El vehículo para difundirla es el documental “Cáncer de mama en mujeres de comunidades rurales en el estado de Veracruz: Savina mi historia”, realizado por Aaron Ojeda Jimeno, egresado de la primera generación del Diplomado en Comunicación de la Ciencia de la Universidad Veracruzana (UV), muestra los estragos que este padecimiento puede provocar si no se atiende a tiempo, cicatrices que evidencian “qué tan grande puede ser un descuido”, aseguró su protagonista.
De acuerdo a información de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es el más frecuente y el de mayor mortalidad entre la población femenina, pues representa el 16 por ciento del total de casos de cáncer en mujeres.
En México cada año mueren cinco mil 600 mujeres y el año pasado se detectaron más de 18 mil nuevos casos, de éstos el 30 por ciento falleció.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que Veracruz ocupa el noveno lugar a nivel nacional en incidencia de casos de cáncer de mama, y en 2011 se ubicó en el primer lugar en detección de nuevos casos de tumores malignos.
Ante estas cifras y motivado por una experiencia personal, Aarón Ojeda realizó como trabajo final del diplomado el citado documental: “Fue un proceso difícil porque en mi familia este padecimiento ha estado presente. Mi madre murió a causa de un cáncer renal, por ello decidí hacer un documental que ayudara a las mujeres a tomar conciencia sobre la importancia de la detección temprana”, relató.
Lo más difícil, mencionó, fue encontrar a la persona indicada que quisiera compartir su historia de vida, así que junto con la oncóloga María de los Ángeles Guerrero Heredia se dieron a la tarea de revisar una cantidad considerable de expedientes clínicos, hasta que un día encontraron a Savina.
“Este documental es un regalo que nos da Savina, encontré a una persona increíble a quien le tengo un amor increíble y sincero”, externó.
El objetivo principal de este trabajo, comentó Ojeda Jimeno, fue informar y sensibilizar –a través del documental– a las mujeres de las comunidades rurales sobre la detección oportuna y el tratamiento del cáncer de mama; no obstante ha encontrado que a mujeres con estudios profesionales y que viven en las ciudades les da temor hacerse una mastografía.
“No se imaginan las historias y las preguntas que hacen las mujeres estudiadas: que no les gusta hacerse la mastografía, que no se exploran por el machismo que influye en ellas, el tabú que es hablar del cáncer, entre otros factores. Todos estamos expuestos en muchos sentidos, hombres y mujeres, puede ser un cáncer de cualquier tipo.”
En relación al sistema de salud mexicano, el realizador aclaró que no es la persona indicada para hacer un análisis a profundidad sobre el tema, pero lo cierto es que no se hace una detección temprana en las mujeres, faltan mastógrafos y los que existen no están en las mejores condiciones, además faltan especialistas que sepan leer los resultados de las mastografías.
“Este trabajo tiene una estrategia, que el producto final llegue a quien está dirigido, a las comunidades rurales; el documental ya no es mío, es de las señoras, de las instituciones, de las organizaciones sociales, de quien lo quiera utilizar.”
Por último, dio a conocer que para 2020 se prevén detectar 20 mil nuevos casos por año, lo que representará una situación muy grave para el sistema de salud mexicana e internacional, de ahí que se deberá trabajar arduamente en la prevención.
“Me sentiría satisfecha si genera conciencia en las mujeres”: Savina
Aarón Ojeda Jimeno compartió que no conocía a Savina previamente y que la petición de contar su historia se llevó a cabo en el consultorio de Guerrero Heredia, cuando la paciente acudió a visitar a su oncóloga de cabecera.
“Le pregunté si podía hacerle un documental y me respondió que no era necesario consultar a su esposo, que ella decidía hacerlo”. La respuesta de Savina se derivó del contexto en el que ella se desenvuelve, en el cual la mayoría de las mujeres tienen que platicar con sus maridos si están o no de acuerdo en que compartan su testimonio con alguien ajeno a la familia.
La grabación duró 20 horas en una sola toma y sin repetición de preguntas.
Sobre aquel día, Savina recordó que fue en febrero cuando recibió una llamada telefónica de su oncóloga “pensé que me llamaba para las quimioterapias. Cuando llegué al consultorio ya tenían todo preparado, me dijeron que Aarón también era originario de Tierra Blanca, de donde soy yo, eso me inspiró mucha confianza y me hizo sentir familiarizada para hacer la entrevista. Me tomaron algunas fotografías, bastante drásticas, que salen en el documental, pero en fin, así es esto.”
A decir de doña Savina, este documental es una oportunidad para que las mujeres no tengan miedo a la autoexploración y practicarse mastografías.
Respecto de las fotografías que muestran cómo la enfermedad la ha dañado físicamente, Savina comentó: “Son para que la gente observe qué tan grande puede ser un descuido, para que entiendan que algo tan pequeñito puede ser tan grave si no lo atendemos a tiempo”.
Entre risas tímidas, cuenta que cuando su familia se enteró que saldría en un documental, le dijeron que ya sería famosa, pero “es un momento bastante feo, pues fue por causa de esta enfermedad, ojalá hubiera sido por otra cosa, pero fue por el cáncer”.
Por último, invitó a todas las mujeres a realizar la mastografía periódicamente, ya que la mayoría de los casos de cáncer llegan al hospital en etapas muy avanzadas.
“Lo más importante es hacerse los estudios a tiempo para que no tengan que sufrir como yo, lo que más quisiera es que todas las mujeres de inmediato corrieran a hacerse el estudio, pero desafortunadamente no es así”, reiteró.