Desde que se domesticó el caballo, ahora hará unos 5.500 años, la invención de la montura, los carros de caballos y de la caballería transformaron la civilización humana. Dada la casi extinción de los caballos salvajes, la genética de la domesticación de los caballos ha sido difícil de reconstruir.
Un trabajo internacional, que se publica en hoy PNAS, demuestra que en el transcurso de la domesticación del caballo ha habido una selección positiva de genes involucrados en la locomoción, la fisiología y la cognición. Pero la doma ha tenido un coste: los caballos modernos presentan un exceso de mutaciones deletéreas, que disminuyen la capacidad del individuo para sobrevivir.
Según el estudio, en el que ha colaborado Tomás Marques-Bonet, investigador ICREA del departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la UPF (CEXS) y jefe del laboratorio de Genómica Comparativa del Instituto de Biología Evolutiva (centro mixto UPF-CSIC), muy probablemente este es el coste genético de la domesticación, una hipótesis formulada también para los cereales, las hortalizas y también para otros animales domésticos.
Comparación con otros genomas
Los investigadores han podido reconstruir los genomas de dos caballos antiguos de Taymyr (Rusia), anteriores a la domesticación de esta especie. Después, han comparado estos genomas con el de caballos domesticados, y con el de los pocos caballos salvajes existentes en la actualidad, los Przewalski.
Buena parte de la variación genética de los caballos domesticados modernos se podría atribuir al cruce de una población extinta de caballos salvajes, diferente de los caballos Przewalski.
Además, el estudio ha identificado un conjunto de genes que, a lo largo de la evolución, han experimentado una selección positiva. Un grupo de estos genes rigen aspectos que pueden estar en relación con el uso doméstico que ha hecho la especie humana y que afectan al desarrollo muscular y límbico, las articulaciones y al sistema cardíaco.
Según Marqués-Bonet, que también pertenece al Centro Nacional de Análisis Genómica (CNAG) de Barcelona, un segundo grupo de adaptaciones tiene que ver con genes relacionados con funciones cognitivas, entre las que se encuentran el comportamiento social, la capacidad de aprendizaje, el miedo o el placer, atributos que los autores asocian con la doma.
Referencia bibliográfica:
Mikkel Schubert, Hákon Jónsson, Dan Chang, Clio Der Sarkissian, Luca Erminia, Aurélien Ginouillac, Anders Albrechtsen, Isabelle Dupanloup, Adrien Foucal, Bent Petersen, Matteo Fumagalli, Maanasa Raghavan, Andaine Seguin-Orlando, Thorfinn S. Korneliussen, Amhed MV Velazquez, Jesper Stenderup, Cindi A. Hoover, Carl-Johan Rubin, Ahmed H. Alfarhan, Saleh A. Alquraishi, Khaled AS Al Rasheid, David E. MacHugh, Ted Kalbfleisch, James N. MacLeod, Edward M. Rubin, Thomas Sicheritz-Ponten, Leif Andersson, Michael Hofreiter, Tomas Marques-Bonet, M. Thomas P. Gilbert, Rasmus Nielsen, Laurent Excoffier, Eske Willerslev, Beth Shapiro, Ludovic Orlando (2014) \’Prehistoric genomas reveal the genetic foundation and cost of horse domestication \’, PNAS, 15 de diciembre