Pulgones que son Dr. Jekyll y Mr. Hyde

El pulgón imita las sustancias de las larvas de hormiga para ser transportado por la hormiga a las cámaras guardería donde succiona la hemolinfa, el equivalente a la sangre en los artrópodos, de las larvas de hormiga. / Salazar et al.


Las hormigas y los pulgones mantienen relaciones mutualistas, en las que ambas especies se benefician de la interacción mutua. Un estudio multidisciplinar, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences(PNAS), ha permitido descubrir que, de forma paralela al mutualismo, entre estas dos especies se produce también otro tipo de relación en la que el pulgón se aprovecha de la hormiga y la perjudica potencialmente.

Tradicionalmente, los pulgones y las hormigas presentan una relación de cooperativismo. Los pulgones, que son herbívoros, ofrecen melaza a las hormigas como alimento a cambio de cuidados higiénicos y protección frente a depredadores. De hecho, se habla de que las hormigas ordeñan a los pulgones.

«En la simbiosis entre hormiga y pulgón, este último recibe cuidados y protección de la hormiga que, a su vez, se ve recompensada con la melaza que excreta el pulgón”, explica Carme Quero, una de las autoras del estudio e investigadora en el Instituto de Química Avanzada de Cataluña (CSIC).

Sin embargo, la imagen romántica de las hormigas cuidando de su «ganado» de pulgones solo es una pequeña parte de la historia de su evolución. Las más de 50 horas de grabación de diversos hormigueros a través de microscopio han permitido demostrar que «el pulgón ha logrado reunir dos estrategias absolutamente contrapuestas de relacionarse con hormigas en un mismo genoma”, afirma Adrián Salazar, investigador en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, de la Universidad de Valencia (UV) y primer firmante del estudio.

El engaño de los pulgones

El principal hallazgo es que algunos individuos del pulgón Paracletus cimiformis imitan las sustancias emitidas por las larvas de la hormiga Tetramorium, “de manera que las hormigas creen que son sus crías y los transportan hasta las cámaras ‘guardería», añade la científica. Una vez allí, el pulgón succiona la hemolinfa, el equivalente a la sangre en los artrópodos, de las larvas de hormiga.

Según David Martínez Torres, autor principal del trabajo e investigador en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (UV), la cámara de cría de un hormiguero «suele estar fuertemente custodiada por las hormigas, las cuales devoran a cualquier intruso que ose acercarse a la misma».

Pero «el engaño es posible gracias a que los pulgones aplanados sintetizan una cutícula –parte externa de su cuerpo– con una composición química más parecida a la de las larvas de las hormigas que a la de los pulgones redondeados», añade el experto.

Como Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Paracletus cimiciformis presenta, en una fase de su ciclo vital, dos formas alternativas diferentes. Los pulgones verdes y de aspecto abombado mantienen con las hormigas una relación mutualista convencional.

Sin embargo, «los pulgones genéticamente idénticos a los anteriores, pero de color blanco y de forma aplanada son confundidos por las hormigas con sus propias larvas y los depositan junto a ellas», subraya Martínez Torres.

De esta manera, una vez que los pulgones están en la cámara de cría «aprovechan la disponibilidad de cientos de larvas de hormigas para clavarles sus estiletes (estructuras bucales que los pulgones usan para chupar la savia de las plantas) y succionar su hemolinfa, equivalente a la sangre en los artrópodos”, asevera el profesor.

‘Amor y odio’ entre pulgones y hormigas

Es la primera vez que se describe una relación de este tipo entre áfidos (pulgones) y hormigas, en la que un comportamiento agresivo por parte del pulgón hacia la hormiga coexiste con la estrategia convencional de mutualismo entre estas dos especies.

A partir de la difusión de esta investigación y dados los resultados, la descripción típica de los pulgones como insectos chupadores de savia y, por tanto, estrictamente herbívoros, debería de ser matizada», apunta Martínez.

Según la investigadora del CSIC, el trabajo añade una nueva dimensión a la clásica relación hormiga-pulgón y «muestra un sistema complejo que plantea nuevas cuestiones a nivel evolutivo en la transición entre cooperación y explotación».

(SINC)

Referencia bibliográfica:

Adrián Salazar, Benjamin Fürstenau, Carmen Quero, Nicolás Pérez‐Hidalgo, Pau Carazo, Enrique Font, David Martínez‐Torres. «Aggressive mimicry coexists with mutualism in an aphid». Proceedings of theNational Academy of Sciences (PNAS). DOI: 10.1073/pnas.1414061112

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