El ascenso y permanencia a una altitud moderada mejora la potencia muscular


Según investigadores de la Universidad de Granada y del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada que han realizado un estudio a los nadadores de la Selección Española Junior y al Equipo Nacional de Natación Esloveno

El ascenso, y permanencia, a una altitud moderada (Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada) mejora la potencia muscular. A esta conclusión han llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Granada y del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada (CAR, CSD) cuando observaron una mejora mantenida en el salto vertical sobrecargado (~ 5%) en los nadadores de la Selección Española Junior tras 2 semanas de permanencia en el CAR de Sierra Nevada.

Con objeto de determinar los principales mecanismos involucrados en esta mejora y la consistencia de las mejoras, tanto en estancias de mayor tiempo como tras el regreso a cotas normales de altura, un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Granada, del CAR de Sierra Nevada, y de la Faculty of Sport de la Universidad de Ljubljana (Eslovenia), están finalizando un proyecto de investigación (Hi-Force) que analiza y describe el comportamiento muscular de nadadores de élite durante la exposición súbita y prolongada a una altura moderada. El proyecto Hi-Force, dirigido por la Dra. Belén Feriche, del Departamento de Educación Física y Deportiva (UGR), cuenta con la financiación del Ministerio de Educación Cultura y Deporte (DEP2012-35774), y la participación de Ferrovial Servicios S.A., y Oritias&Boreas en calidad de Entidades Promotoras.

A lo largo de los 2 últimos años, más de 40 nadadores de élite, pertenecientes a la selección Española Junior de Natación y al Equipo Nacional de Natación Esloveno, han participado en las diferentes fases que conforman este estudio. Recientemente, entre los meses de febrero y marzo de 2015, la Selección Eslovena de natación ha permanecido 22 días de entrenamiento monitorizado en el CAR de Sierra Nevada, a 2320 m sobre el nivel del mar.

Se efectuaron cuatro controles: primero en su lugar de origen, a su llegada al CAR de Sierra Nevada, al finalizar los 22 días de entrenamiento en altura y tras su regreso a su ciudad a nivel de mar. En estos controles se determinó la fuerza máxima y la potencia, la actividad eléctrica y excitabilidad neuromuscular y se analizó su vinculación con el rendimiento en acciones técnicas de salida y viraje. Los primeros resultados indican que el hecho de ascender a una altura moderada mejora el rendimiento de la potencia, la curva fuerza-velocidad y la excitabilidad de la motoneurona-alfa de los nadadores. Su efecto en los demás controles se está analizando y será publicado en los próximos meses.

Actualmente, el entrenamiento en altura está presente en la preparación del deportista de alto nivel con la expectativa de mejorar su rendimiento tras el regreso a nivel del mar. La investigación existente se ha centrado fundamentalmente en la descripción y análisis de aspectos favorables sobre el rendimiento o sobre variables fisiológicas relacionadas, que incluyen la aclimatación cardiorrespiratoria a la altitud, las respuestas y adaptaciones hematológicas (EPO) y el rendimiento en disciplinas de larga duración. Pero el ascenso a la altura también se viene asociando a un deterioro del músculo (pérdida de masa magra) y de su capacidad funcional (niveles de fuerza y de potencia desarrollados) en estancias muy prolongadas o, como muestran la mayoría de los estudios, ubicadas a gran altitud (>3000m), cota por encima a la que ascienden los deportistas a entrenar. El Departamento de Educación Física de la Universidad de Granada, en colaboración con el CAR de Sierra Nevada, viene desarrollando durante los últimos años estudios que avalan la hipótesis de partida del proyecto Hi-Force, poniendo de manifiesto que, durante ascensos súbitos y para un mismo esfuerzo, la potencia, la fuerza explosiva y explosivo-elástica mejoran significativamente por efecto de la exposición a la hipoxia ambiental, y que estas diferencias son consecuencia de los cambios físicos que acompañan el ascenso.

(Universidad de Granada)

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