Expertos del grupo de Investigación Biomédica en Ginecología y el Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, liderados por Antonio Gil, han demostrado que la cirugía es la mejor opción para tratar a las mujeres mayores de 80 años con cáncer de mama en estadios iniciales (I y II). Esta conclusión, publicada en el European Journal of Surgical Oncology, se obtuvo después de analizar la evolución de 465 octogenarias tratadas en el Vall d’Hebron entre 1995 y 2012.
Cerca del 30% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama son de edad avanzada y presentan, en la mayoría de casos, tumores hormonales. Ante esta situación, los oncólogos tienen dos posibilidades: operarlas para extirpar el tumor y someterlas a radioterapia o quimioterapia y añadir tratamiento hormonal (si es necesario), o bien administrarles solamente un tratamiento hormonal primario sin cirugía.
Uno de los autores principales del estudio y médico adjunto del Servicio de Ginecología y del Centro de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron, Tomás Cortadellas, asegura que “los facultativos a veces optan por la opción menos agresiva, la del tratamiento con hormonoterapia, simplemente para no someter a las pacientes a los efectos secundarios del tratamiento estándar con cirugía”.
Con la hormonoterapia se consigue bloquear las hormonas y se para el crecimiento del tumor, pero solo durante unos años. En concreto, los investigadores han demostrado que las pacientes tratadas con hormonoterapia en el Vall d’Hebron presentaron una supervivencia al cáncer de mama de 50 meses de media, mientras que las que fueron operadas vivieron 109 meses después del diagnóstico.
Además de estudiar la supervivencia de los dos grupos de pacientes, los médicos observaron que entre el grupo de pacientes operadas algunas recibieron una cirugía menos agresiva y oncológicamente subóptima.
Esta decisión clínica tampoco ayudó a las pacientes, ya que las que recibieron un tratamiento quirúrgico óptimo (con extirpación del tumor, del ganglio centinela y del resto de ganglios, en caso necesario) vivieron dos años y medio más de media que las que recibieron una cirugía menor.
Replantearse el tratamiento
En el momento de hacer el análisis comparativo de los dos grupos, Cortadellas estudió la comorbilidad de las pacientes, es decir, las enfermedades o problemas de salud que presentaban, para determinar si su estado de salud podía influir en el tratamiento que recibían. Para hacerlo, calculó el índice de comorbilidad de Charlson, que evalúa la esperanza de vida de las pacientes en los próximos 10 años.
Los resultados fueron homogéneos: “Todas las pacientes incluidas en el estudio tenían la misma comorbilidad, por eso hemos podido comparar los resultados de los dos tratamientos”, asegura el facultativo. A parte de esta escala, y para poder confirmar la homogeneidad de los grupos, también comparó otros parámetros como las dosis recibidas de quimioterapia y radioterapia, la invasión linfovascular, el grado tumoral o la expresión del gen HER2.
El incremento de la esperanza de vida y la prevalencia del cáncer de mama entre las mujeres mayores de 80 años plantea una nueva perspectiva en el manejo de estas pacientes. Cortadellas, que actualmente está escribiendo las guías clínicas en este ámbito, recomienda que “hay que calcular, antes de nada, cuál es la esperanza de vida de cada paciente ya que, por ejemplo, si es inferior a tres años la hormonoterapia es una opción terapéutica razonable”.
A parte de este cálculo, el doctor aboga por un asesoramiento geriátrico donde se evalúe la edad fisiológica de las pacientes: qué estilo de vida llevan, si viven solas, si se las arreglan bien con el dinero, si salen solas a comprar… Toda esta información servirá a los facultativos para valorar cuál es el tratamiento que les proporcionará la mejor esperanza y calidad de vida.
Referencia bibliográfica:
T Cortadellas, O Córdoba, A Gascón, C. Haladjian, A Bernabeu, A Alcalde, A Esgueva, R Rodríguez-Revuelto, M Espinosa-Bravo, S Díaz-Botero, J Xercavins, IT Rubio, A Gil-Moreno. Surgery improves survival in elderly with breast cancer. A study of 465 patients in a single institution. European Journal of Surgical Oncology 2015. DOI: 10.1016/j.ejso.2015.01.027.
(SINC)