La Comisión Europea ha publicado el informe El estado de la Naturaleza en la Unión Europea que revela el mal estado de la mayoría de los hábitats marinos y continentales evaluados. En concreto, el Mediterráneo posee un 62% de hábitats y un 56% de especies marinas en estado desfavorable.
El otro mar que baña las costas españolas, el Atlántico tiene un 71% de hábitats en estado desfavorable. Los resultados son, en cualquier caso, mejores que los del Báltico, donde el 86% de los hábitats marinos y el 80% de las especies se encuentran en este mal estado.
Además, según destaca la ONG Oceana en un comunicado emitido a raíz de la publicación del informe, el estado de muchas especies marinas es desconocido, especialmente en los ecosistemas de la plataforma continental (54%) y del mar abierto (83%).
Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa, señala que la razón principal de que la conservación no dé resultados se debe a que la gestión es deficiente o inexistente. “Los Estados miembros están boicoteando sus propios esfuerzos de conservación al no gestionar las zonas de forma adecuada ni hacer buen seguimiento de las especies y hábitats amenazados”, alerta.
Especies y hábitats en general en ‘mal estado’
El resto del informe, elaborado a partir de datos recolectados en el período 2007-2012, también arroja resultados mayoritariamente desfavorables sobre el estado de las especies y los hábitats englobados en la Directiva de Hábitats y la de Aves.
Más de la mitad (el 60%) de especies protegidas se encuentran todavía en un estado desfavorable (el 42% en estado desfavorable-inadecuado y el 18% desfavorable-malo). Casi una cuarta parte (el 23%) presenta una evolución favorable. Las praderas, los humedales y los hábitats de dunas suscitan una preocupación particular.
Los tipos de hábitats presentan un estado de conservación y unas tendencias peores que los de las especies, ya que solo en el 16% de las evaluaciones de hábitats se obtuvo un resultado favorable. El estado de la inmensa mayoría es desfavorable, con un 47% de casos de evaluaciones con resultado de desfavorable-inadecuado y un 30%, de desfavorable-malo.
Las principales amenazas para los hábitats son determinadas prácticas agrícolas, como la modificación de las prácticas de cultivo, el sobrepastoreo, el abandono de sistemas de pastoreo, la fertilización y los plaguicidas, así como la modificación de las condiciones naturales provocada por las actividades humanas, principalmente por cambios hidrológicos.
Los resultados más favorables son los referentes a las aves, ya que más de la mitad de las evaluadas (el 52%) presenta un estado seguro. No obstante, en torno al 17% de las especies siguen estando amenazadas y otro 15%, casi amenazadas, en declive o empobrecidas. Esto ocurre en el caso de especies de hábitats agrícolas tales como la alondra común (Alauda arvensis) y la aguja colinegra (Limosa limosa).
(SINC)