Ignacio Mora González, académico del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV), puntualizó que debe difundirse más información con respecto a la técnica de extracción de hidrocarburos, conocida como fracturación hidráulica o fracking, a fin de facilitar la toma de decisiones de las autoridades y para informar a la ciudadanía de una manera más amplia.
El investigador impartió el seminario “El fracking y la sismicidad” en el CCT y señaló que las investigaciones son cada vez más interdisciplinarias y el seminario se planteó con el objetivo de discutir libremente entre pares, no obstante esto a veces confunde a los medios de comunicación porque ponen más atención a la discusión que al tema en particular.
Comentó que está preparando un artículo de divulgación sobre el tema con el título “Aclarando amanece” pues reconoció que existe mucha información, alguna está polarizada y otra es seria. “A veces se manejan verdades a medias o, por falta de conocimientos, muchos investigadores en México últimamente se han preocupado por lo que se cuenta con información de primera línea”.
Mora González explicó que, por un lado, el fracking es una oportunidad para mantener todavía por un pequeño lapso la reserva nacional de hidrocarburos, aunque no son hidrocarburos convencionales sino que requieren de técnicas más agresivas con el ambiente, inclusive la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó una guía de criterios para regular la fracturación hidráulica en marzo de este año.
La guía incluye una serie de lineamientos ambientales que los operadores petroleros, particulares y empresas productivas del estado deben tomar en cuenta para concretar actividades de exploración, perforación y terminación del pozo, extracción, cierre y abandono de proyectos de hidrocarburos con miras a garantizar la protección del medio ambiente una vez que se pongan en marcha dichas actividades.
El académico apuntó que esta técnica de extracción es costosa en comparación con los métodos tradicionales; de hecho, observó que si los precios del petróleo no se hubieran incrementado no sería atractivo aplicar el fracking, “inclusive ahora que bajó el precio de barril de petróleo no resulta tan atractivo como se pensaba en un principio, al parecer en Estados Unidos se ha reducido la aplicación del fracking porque las compañías están esperando que el precio por barril repunte”.
En el tema del consumo energético también se genera un costo y detalló que durante la década de los setenta para extraer 100 barriles se utilizaba la energía producida por un barril de crudo, después fue disminuyendo la proporción 15 a uno y con esta técnica la relación es de tres a uno, por ello advirtió que se deben considerar este tipo de factores “y si se divulga un poco más es posible orientar a la opinión pública y las autoridades”.
Recomendó a todos los interesados consultar la guía de la Semarnat porque reconoce los impactos ambientales que se generan con la utilización de esta técnica y que han sido mencionados por quienes opinan que es perjudicial al ambiente.
Dijo que un elemento a considerar es que las empresas petroleras de Estados Unidos subrayan el potencial energético de nuestro país, mencionando cifras como 500 millones de barriles de reserva, pero si para extraerlo es necesario cavar una enorme cantidad de pozos seguramente generará grandes pasivos.
En su opinión, “hace falta un poco más de investigación, más información para las autoridades y la ciudadanía en general, nosotros ponemos nuestro granito de arena en eso. Por un lado se requiere utilizar estos recursos; por otro, hay que ponderar si es un negocio viable o conveniente”.