En ciudades grandes como Guadalajara y el Distrito Federal en promedio cada habitante produce 1.3 kilos de desechos sólidos al día, lo que significa un inmenso desafío para el tratamiento y destino final de ese tipo de basura.
Por ejemplo, el área metropolitana de Guadalajara genera más de seis toneladas de residuos sólidos por día (unos seis millones de kilos), en tanto que en la Ciudad de México son más de 12 mil toneladas diarias, y si bien en ambas urbes la infraestructura para el manejo de esa basura es suficiente, puede ser mejor y reducir costos a las entidades sanitarias responsables.
Especialista en la materia y con más de 35 años de experiencia, el maestro René Solinis Noyola señala que en los últimos 20 años las grandes urbes mexicanas enfrentan los mismos problemas en el manejo de residuos sólidos, tanto en generación, almacenamiento y recolección, como en tratamiento y disposición final.
“Ahora se requiere mayor educación en la separación de basura desde su origen, pues la orgánica puede aprovecharse para producir energía. Empresas extranjeras han querido instalar incineradores, pero por tener el mismo confinamiento que la inorgánica es muy húmeda y no facilita la combustión que puede generar energía eléctrica”, indica el maestro Solinis Noyola.
De educación e infraestructura
Se reconocen como residuos sólidos a los desechos que son resultado de la eliminación de materiales utilizados en limpieza o durante actividades domésticas, así como los generados en la vía pública o en establecimientos comerciales. Su manejo y control corresponde a autoridades municipales y delegacionales.
A decir del maestro Solinis Noyola, la infraestructura instalada para manejo de residuos sólidos en urbes como Guadalajara debe ser optimizada, para contar con sistemas efectivos que permitan su recolección y reciclaje. En cuanto al aprovechamiento, los desechos orgánicos pueden ser empleados para producción de biogás y/o electricidad, lo cual es especialmente rentable para los municipios.
No obstante, ello implica mayor incidencia en la educación de la población en cuanto a la separación residuos, para que ello permita una mejor recolección.
“Ha habido avances en tratamiento pero no así en transporte; se concesionó a una empresa privada a que realizara el traslado desde hace más de 10 años, pero ahora es importante revisar el contrato de trabajo para considerar reciclaje y recolección. En cuanto a la disposición final se propuso que se hicieran estaciones de transferencia, pero no son suficientes.
Tal como sucede en otros países se puede dar un mejor aprovechamiento de los residuos si se busca la participación del sector privado en proyectos de reciclaje, separación de basura, reutilización y confinamiento de desechos, y creación de centros de acopio.
El miembro de la Comisión de Especialidad de Ingeniería Municipal y Urbanística de la AIM refiere un aspecto igualmente importante al señalar que en 2008 se publican las normas para el manejo de residuos sólidos pero que no se siguen al pie de la letra. Asimismo, destacó que hay que homogeneizar las normas municipales con las federales, pues ello colaborará en mejores resultados en la recolección y reutilización de los desechos sólidos.
Finalmente, el maestro Solinis Noyola destaca que para mejorar en el problema de manejo de residuos sólidos es de vital importancia contratar a ingenieros con el conocimiento adecuado en vez de técnicos que no conocen a fondo todo lo que ello implica. “Es más fácil que un ingeniero aprenda administración que un administrador aprenda conceptos de ingeniería”.
(Agencia ID)