Tras detectar un problema en dos de los sensores del sistema de propulsión del módulo demostrador de entrada, descenso y aterrizaje de la misión ExoMars 2016, se ha decidido aplazar su lanzamiento hasta el mes de marzo, lo que todavía cae dentro de la ventana original de principios de año.
ExoMars es un proyecto conjunto de la ESA y de la agencia espacial rusa, Roscosmos. Esta decisión se tomó tras el consenso de las dos agencias, y recibirá el respaldo oficial del Comité Mixto el próximo día 24 de septiembre.
El módulo Schiaparelli pondrá a prueba tecnologías clave para demostrar la capacidad europea de realizar un aterrizaje controlado sobre la superficie de Marte.
Esta nave de 600 kg viajará a Marte junto al Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO), que permanecerá en órbita al Planeta Rojo cinco años para analizar los gases atmosféricos que podrían indicar la presencia de procesos biológicos o geológicos activos.
Schiaparelli se separará de TGO tres días antes de llegar a Marte, y entrará en contacto con la atmósfera marciana a una velocidad de 21.000 km/h. Tras realizar una maniobra de aerofrenado y un descenso en paracaídas, el módulo utilizará un sistema de propulsión de combustible líquido para frenarse hasta unos 5 km/h a unos 2 metros sobre la superficie del planeta.
En ese momento, se apagarán los motores y el módulo caerá al suelo, amortiguado por una estructura deformable.
En total, apenas pasarán ocho minutos entre la entrada en la atmósfera y el aterrizaje de Schiaparelli en una región de Marte conocida como Meridiani Planum.
Hace pocos días se descubrió un fallo en dos sensores de presión del sistema de propulsión.
“Hemos descubierto que hubo un fallo en el proceso de producción de estos sensores de presión, lo que podría terminar provocando una fuga. Esto representa un gran riesgo a la hora de aterrizar en Marte”, explica Don McCoy, responsable del proyecto ExoMars para la ESA.
“La ESA ha decidido no asumir este riesgo y desinstalar los sensores defectuosos, con el inconveniente de que el módulo no estará listo a tiempo para la ventana de lanzamiento de enero de 2016. Por este motivo, la misión se lanzará en la segunda ventana, en el mes de marzo”.
“Nos alegramos de haber descubierto este problema a tiempo, y estamos trabajando para lanzar esta misión el 14 de marzo de 2016”.
Los sensores defectuosos no forman parte del sistema de control necesario para el aterrizaje, sino que recogen información adicional para monitorizar el estado de dicho sistema. Para que el módulo esté listo a tiempo para esta segunda ventana de lanzamiento, se ha decidido eliminar estos componentes en lugar de sustituirlos por unos nuevos.
La nueva ventana de lanzamiento permanecerá abierta entre los días 14 y 25 de marzo y, gracias a las posiciones orbitales de la Tierra y Marte, la misión seguirá llegando al Planeta Rojo en el mes de octubre, como si se hubiese lanzado en enero.
Los sensores de Schiaparelli recogerán datos sobre la atmósfera marciana durante la entrada y el descenso, y sus instrumentos científicos estudiarán el entorno de su lugar de aterrizaje.
Sin embargo, la misión principal de Schiaparelli es poner a prueba las tecnologías necesarias para aterrizar en Marte, por lo que sus operaciones científicas en la superficie del planeta serán bastante limitadas, durando únicamente hasta que se agoten sus baterías.
Schiaparelli transporta un reflector láser, y se convertirá en un elemento pasivo para futuros estudios.
El satélite TGO, junto a las misiones de la ESA y de la NASA que ya se encuentran en órbita a Marte, proporcionará un enlace de comunicaciones durante el descenso y las operaciones en superficie de Schiaparelli, retransmitiendo sus datos a la Tierra.
Cuando termine la misión de Schiaparelli, TGO comenzará su programa de operaciones científicas, y también servirá para retransmitir los datos de futuras misiones, entre las que destaca ExoMars 2018, que posará un vehículo de exploración y una plataforma de instrumentos en la superficie de Marte.
Las dos misiones ExoMars se pondrán en órbita a bordo de sendos lanzadores Protón que partirán desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
(ESA)