Los presidentes de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y de la Academia Nacional de Medicina (ANM), Jaime Urrutia Fucugauchi y Enrique Graue Wiechers, respectivamente, inauguraron el simposio Luz: Una luz en la Medicina, evento que aprovecharon para anunciar que México será sede de la clausura del 2015 Año Internacional de la Luz y las tecnologías basadas en la luz, en febrero de 2016 en la ciudad de Mérida, Yucatán.
«El año internacional dedicado a la luz fue propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 2013 y refleja la importancia que tiene la luz en los diferentes ámbitos, por eso las academias y toda la comunidad científica debemos aprovechar que tendremos la clausura formal en el país con la presencia de la UNESCO y la ONU en la ciudad de Mérida. La ocasión nos dará la oportunidad de trabajar en varias actividades de carácter multidisciplinario», sostuvo Urrutia.
En tanto, Graue Wiechers señaló que la luz es parte de su actividad profesional al dedicarse al área de la oftalmología, aunque para todos los seres humanos es muy importante en la vida cotidiana y resulta difícil, indicó, “imaginar la vida sin luz, por ello este simposio abarca temas que explican cómo la luz funciona para tratar padecimientos, por ejemplo».
Durante la breve ceremonia de inauguración, Jaime Urrutia agradeció al doctor Julio Sotelo Morales la coordinación del encuentro, y también a Miguel Ángel Ávila Rodríguez, presidente de la División de Física Médica de la Sociedad Mexicana de Física, asociación que participó en la organización del simposio junto con la Facultad de Medicina de la UNAM, sede del evento de hoy.
«Esta División es una de las secciones que más ha crecido en los últimos años, lo cual refleja la riqueza de poder trabajar en la frontera de las ciencias; la unión entre las nanofísica y la medicina nos va a ofrecer una gran cantidad de nuevas tecnologías y la sociedad aprovechará, sin duda, los nuevos desarrollos», resaltó el presidente de la AMC.
Luz y medicina, una relación de éxito
La medicina es una de las disciplinas que más se ha beneficiado con los avances tecnológicos relacionados con la luz. Un ejemplo claro de ello es el rayo láser, “el sueño cumplido de los cirujanos”, sostuvo el doctor Sotelo Morales, de la Unidad de Neuroinmunología del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
En el encuentro se habló del tema de la luz desde la biología, la patología y sus usos en la medicina; por ejemplo, se dijo que todos los organismos vivos, fundamentalmente el ser humano, viven bajo el ciclo circadiano, el reloj biológico que nos indica cuándo hay que dormir y cuándo hay que despertar en el transcurso de 24 horas.
“Pero no solo es eso, el equilibrio endocrino del organismo es totalmente diferente por la noche y por el día y tiene que ver con los ciclos de luz y oscuridad; hay varias hormonas que se vierten abundantemente en el organismo durante la noche y durante el día desaparecen; o al revés, la luz hace su efecto y tiene que ver con el metabolismo endócrino”, explicó Sotelo.
Comentó que en la actualidad se estudia cuando las personas alteran este ciclo, porque ese cambio produce efectos en todo el organismo. La creatividad, por ejemplo, dijo, es mucho mejor en la oscuridad o en la luz tenue; en contraste, la eficiencia o la memoria son mejores con la luz. En el cerebro estos ritmos van condicionados con el día.
Expuso que los sujetos que pierden la vista sufren varios cambios y sus organismos resienten efectos dramáticos. “Un descubrimiento muy reciente que está generando un boom en la investigación muestra que hay receptores en el cuerpo humano que detectan la luz y que no responden para configurar una imagen. Se sabía que los receptores que se encuentran en la retina eran solo para percibir imágenes, pero ahora se establece que hay receptores que detectan la luz y la ausencia de esta”.
En lo que se refiere al tema de la patología, el investigador en neuroinmunología aseguró que la intervención costo-beneficio más efectiva que hay en toda la medicina tiene que ver con la luz, como lo es la operación de catarata para recuperar la visión.
“Una operación de cataratas tiene una duración de apenas 20 minutos, casi no tiene complicaciones, casi todos son buenos resultados, da el mayor beneficio emocional, intelectual, logístico, familiar, etcétera; y es una intervención que no se tiene que volver a hacer”.
El simposio fue una reunión multidisciplinaria donde se trataron, entre otras conferencias, “La luz y la dermatología, daños solares y métodos diagnósticos”, “Nanopartículas multifuncionales para terapia de blancos moleculares” y “Luz y rayos X: estructura y función”.
El integrante de la AMC resaltó la revolución tecnológica y los beneficios que trajo a la medicina el haber aprendido a manipular los rayos X— un espectro electromagnético derivado de la luz— a través de instrumentos como la resonancia magnética, la tomografía, la tomografía por emisión de positrones para hacer mejores diagnósticos.
“Quizás lo más relevante sobre el uso tecnológico de la luz es el rayo láser, que abarca prácticamente todas las modalidades de cirugía; se desempeña como un bisturí extremadamente fino que corta donde se quiere y que al mismo tiempo cauteriza por el calor que emite. Es una joya para las intervenciones y es gracias a un haz de luz concentrado”, destacó.
En el simposio, que se realizó en el auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada” participaron como ponentes Fernando Larrea Gallo, Juan Carlos López Alvarenga, Rosa Quispe Siccha, Ulises Jiménez Correa, Rodrigo Roldán Marín, Rufino Díaz Uribe, Arnulfo Martínez Dávalos y Guillermina Ferro Flores.
(AMC)