Al cumplirse un año de los trágicos acontecimientos ocurridos en Iguala, Guerrero, en la que desaparecieron 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, el Sistema de las Naciones Unidas en México expresó hoy su profunda solidaridad a las más de 180 víctimas directas de diferentes violaciones a los derechos humanos y sus familias.
La desaparición forzada de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, la ejecución extrajudicial de seis personas y las lesiones ocasionadas a más de 40 los días 26 y 27 de septiembre de 2014, constituyen uno de los casos más graves de violaciones de las garantías fundamentales en la historia reciente de México, señaló la ONU en un comunicado.
Agregó que como parte del derecho a la verdad y la justicia de las víctimas, la ONU se une al llamado de los expertos en derechos humanos a replantear la investigación de los hechos y esclarecer las irregularidades surgidas durante las pesquisas, que incluyen reportes de tortura para obtener confesiones y alteración de evidencias, entre otras.
Asimismo, indicó que es fundamental establecer las responsabilidades de las autoridades municipales, estatales y federales que participaron directamente en los hechos o que no cumplieron con el deber de garantía, prevención y protección.
Por otra parte, la ONU reconoció la reacción del gobierno al informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, la apertura al diálogo de las autoridades del más alto nivel con las familias de los estudiantes y su disposición de mantener abiertas las líneas de investigación del caso.
Naciones Unidas también encomió a las organizaciones de la sociedad civil que han acompañado a las víctimas de éste y otros casos de desapariciones forzosas.
Los más de 26.000 desaparecidos según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, deben alentar a las autoridades a asumir su búsqueda como una prioridad ineludible. Los efectos de la desaparición de un ser querido perduran hasta que no se esclarece su suerte. Nadie debe ser sometido por más tiempo a este calvario, subrayó la ONU.
Finalmente, Naciones Unidas reiteró su disposición a seguir trabajando conjuntamente con el Estado mexicano en favor del respeto y protección de los derechos humanos de todas las personas.