El envejecimiento es el mayor factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas y si se lograra enlentecer ese proceso, se retrasaría también la manifestación de dichos padecimientos, sostuvo el doctor Felipe Sierra, director de la División de Biología del Envejecimiento del National Institute of Aging, National Institute of Health, de Estados Unidos, al participar en el Primer Coloquio Biología del Envejecimiento.
Afirmó que el grupo de investigación en el que participa tiene como hipótesis central que el envejecimiento “está al centro y es el factor de riesgo más importante para estos y muchos otros padecimientos.
Durante el evento que se desarrolla en la Universidad Autónoma Metropolitana, apuntó que si se lograra hacer más lento el proceso de envejecimiento se retrasaría la llegada de “no una sino todas” las afecciones asociadas a esa condición.
El investigador añadió que el mayor desafío para las sociedades del siglo XXI es la atención de los males crónicos del adulto mayor, por lo que es necesario abordarlos en su complejidad y no de manera aislada.
En general los padecimientos crónicos –cardiovasculares, diabetes, cáncer, entre otros– son atendidos de manera separada por los especialistas, mientras que la “gerociencia”, por el contrario, busca “tratar de entender por qué la biología básica del envejecimiento está en la base de las enfermedades”.
El especialista advirtió que contrariamente a lo que se piensa, el colesterol no es el mayor factor de riesgo para los padecimientos cardiovasculares como sí lo es –de acuerdo con algunos estudios– el pasar de 30 a 70 años.
“Una persona de 80 años tiene mayor riesgo de padecer problemas cardiovasculares que un obeso con el colesterol por las nubes”, expuso.
Si bien es cierto que la edad cronológica no se puede cambiar; “todos sabemos que si comemos bien, nos portamos bien y hacemos ejercicio tendremos un envejecimiento de mejor calidad, entonces la edad fisiológica sí la podemos cambiar”.
El envejecimiento fisiológico es maleable y lo podemos trabajar, explicó el doctor Sierra, quien insistió en abandonar la idea de “hacer la guerra a una sola enfermedad” y en la necesidad de estudiar el envejecimiento entendiendo al individuo en su complejidad y comorbilidad, porque la comorbilidad es la regla y no la excepción.
Al inaugurar el Primer Coloquio de Biología del Envejecimiento, el doctor Salvador Vega y León, rector general de la UAM, precisó que el envejecimiento es un tema estratégico del futuro nacional por sus implicaciones biológicas, médicas, sociales y económicas.
También celebró que desde la multidisciplina confluyan instituciones y organizaciones ocupadas en el desarrollo de la alta investigación sobre el tema del envejecimiento.
La multidisciplina, consideró, es una estrategia adecuada para atender las distintas problemáticas que enfrenta uno de los grupos sociales vulnerables y en franco crecimiento en México: los llamados adultos mayores.
En el acto inaugural del Coloquio estuvieron también los doctores María del Carmen García Peña, directora de Investigación del Instituto Nacional de Geriatría; Mina Konigsberg Fainstein, investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Iztapalapa de la UAM, y Juan José Hicks Gómez, director general de políticas de Investigación en Salud de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
El Coloquio Biología del Envejecimiento fue convocado por la UAM, el Instituto Nacional de Geriatría y la Red Temática Envejecimiento, Salud y Desarrollo Social del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.