Tepic, Nayarit. 8 de diciembre de 2015.
Aquí, un grupo multidisciplinario trabaja en productos electrónicos flexibles, pero además con la característica de que emplean material orgánico. «Los resultados logrados hasta ahora son competitivos con otros grupos internacionales de investigación que también trabajan en el campo. Actualmente se trabaja en fabricar dispositivos de áreas grandes, de al menos diez centímetros cuadrados y flexibles», afirmó Oracio Barbosa García, integrante del Grupo de Propiedades Ópticas de la Materia (GPOM) del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) —ubicado en la ciudad de León, Guanajuato—.
La electrónica flexible, una nueva tecnología basada en las propiedades conductoras eléctricas de materiales orgánicos, hará posible obtener nuevas fuentes de iluminación, pantallas de televisión, teléfonos celulares y dispositivos de bajo consumo de energía eléctrica, gracias al aprovechamiento de la energía solar.
El también doctor en Física y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señaló que el GPOM está generando celdas solares fotovoltaicas y leds (diodo emisor de luz y si es orgánico se identifica como oled) a partir de material orgánico, con la característica de que estos dispositivos son ultradelgados, no contaminan el medio ambiente y podrían ser más económicos que los convencionales.
Barbosa García explicó que la tecnología actual está basada en el silicio, que comenzó a utilizarse en la década de los cincuenta para crear celdas solares que generaron fuentes de energía eléctrica para alimentar los satélites y las naves espaciales en general; sin embargo, el silicio sigue siendo el más utilizado a pesar de su alto costo y la gran contaminación que genera, esto, en comparación de las celdas solares con material orgánico.
«El silicio es muy caro de producir, se requieren altas temperaturas y son procesos caros, pero debido a que generó toda una tecnología y a que todos requerimos del silicio, los costos de producción se han reducido enormemente; sin embargo, también contamina demasiado, por ejemplo, el silicio no se produce en América Latina, con excepción de Brasil, todo lo demás viene de China y ya sabemos los niveles que tiene este país de contaminación», añadió.
Leds orgánicos
Con la electrónica flexible se busca desarrollar un nicho de aplicación múltiple, que muy probablemente no sustituirá el silicio en el mercado, pero que será un sistema que a partir de material orgánico creará dispositivos más pequeños y delgados. Algunas de las aplicaciones que se proyectan para la electrónica flexible son de tipo médico, además de sistemas de iluminación y displays (pantallas), celulares y tabletas electrónicas.
Los expertos del GPOM también desarrollaron un prototipo para cargar celulares a base de celdas fotovoltaicas, este dispositivo funciona con la energía del sol y es el inicio de lo que podrá crearse en el laboratorio del CIO.
«La realidad es que desarrollar una tecnología es de mucho esfuerzo y dinero, para llegar a desarrollar una electrónica flexible se comienza desde cero y se va avanzando, entonces los primeros dispositivos son celdas fotovoltaicas y también los llamados leds orgánicos», afirmó.
En el mercado aún no existen dispositivos flexibles de consumo amplio, agregó el investigador, es una tecnología que se está trabajando en laboratorios especializados y que sus beneficios podrán constatarse en un futuro. El especialista explicó este y otros resultados al exponer su investigación ante estudiantes de la Unidad Académica de Ciencias Básicas e Ingenierías de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), donde agregó que en años venideros los leds orgánicos podrían sustituir los focos y lámparas fluorescentes.
Oracio Barbosa García dio a conocer su trabajo de investigación en la conferencia denominada Electrónica flexible, una tecnología para desarrollarse en México en el marco de la VI Feria del Libro Gran Nayar de la UAN.
El CIO pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).