Un análisis de la fluidez en los discursos de los candidatos presidenciales en EE UU asegura que la mayoría utilizan palabras y gramática típica de estudiantes de entre sexto y octavo grado, aunque Donald Trump puntúa más bajo que el resto de aspirantes a presidentes analizados. El trabajo, realizado por investigadores del Instituto de Tecnologías del Lenguaje de la Universidad Carnegie Mellon (EE UU), utiliza una escala de 1 a 12 para valorar los discursos según su evolución en el tiempo y el tipo de intervención.
“La fluidez se define en este caso como el nivel de lectura de un documento. Se determina al observar los contenidos léxicos y la estructura gramatical de las frases en un discurso. Se basa en la observación de algunas palabras y construcciones gramaticales que aparecen con mayor frecuencia en un nivel de grado que en otro”, apuntan el informe.
Por ejemplo, es de esperar que la palabra ‘ganar’ se use con bastante frecuencia en intervenciones de un nivel 3, mientras que la palabra ‘éxito’ sería más frecuente en discursos de grado 7.
El nivel gramatical de Trump cayó en picado durante su discurso en Nevada
Una revisión histórica del uso de palabras y gramática de los cinco candidatos sugiere que tanto los republicanos Donald Trump, Ted Cruz y Marco Rubio como los demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders han utilizado un lenguaje más sencillo conforme la campaña ha ido progresando. Una vez más, Trump es un caso aparte. Su uso gramatical en la intervención como candidato en el estado de Iowa va a la zaga del resto y cayó en picado de nuevo durante su discurso victorioso en Nevada.
La dificultad de evaluar el lenguaje hablado
“Evaluar la legibilidad de los discursos de campaña es un poco complicado porque la mayoría de las mediciones en este campo se orientan a textos escritos, que son muy diferentes del lenguaje oral”, explica Maxine Eskenazi, de la Universidad Carnegie Mellon. “Cuando hablamos se suele utilizar un lenguaje menos estructurado con frases más cortas”, añade.
Según explica Elliot Schumacher, coautor del estudio junto a Eskenazi, existe una dificultad añadida a la hora de obtener transcripciones de las intervenciones. El reconocimiento de voz automático funciona cuando el discurso se lleva a cabo en un entorno tranquilo, sin embargo, los investigadores optaron por no utilizar estos métodos automatizados ya que era probable introducir errores debido al ambiente ruidoso de los actos de campaña.
Un análisis anterior llevado a cabo por el Boston Globe utilizó la prueba de legibilidad de Flesch-Kincaid y concluyeron que Trump hablaba en un nivel de cuarto grado
Eskenazi y Schumacher utilizaron un modelo de lectura llamado REAP, que mide a la frecuencia con la que se utilizan palabras y construcciones gramaticales en cada grado y, por lo tanto, corresponde mejor con el análisis de la lengua hablada.
Un análisis anterior llevado a cabo por el Boston Globe utilizó la prueba de legibilidad de Flesch-Kincaid, que se basa en la longitud media de la oración y el número promedio de sílabas por palabra. En este análisis concluyeron que Trump hablaba en un nivel de cuarto grado, dos por debajo de sus rivales.
Abraham Lincoln, referente histórico por su oratoria
Si se los compara con los candidatos a presidente en otras épocas, Abraham Lincoln supera a todos, ya que cuenta con un nivel gramatical de grado once. En el lado contrario estaría el presidente George W. Bush que obtendría una puntuación de quinto grado en la gramática de sus discursos, incluso por debajo de la de Trump.
Ninguno de los presidentes y candidatos presidenciales está a la altura del Discurso en Gettysburg de Lincoln
Respecto al vocabulario, los discursos campañas pasadas y presentes de los presidentes Lincoln, Reagan, Bill Clinton, George W. Bush y Obama se encuentran por lo menos en el nivel octavo, mientras que los actuales candidatos variaron desde un grado séptimo de Trump, hasta el décimo de Sanders. “Las intervenciones de Trump y Hillary Clinton son las que mostraron mayor variación de unas a otras, lo que indica que adaptan más sus discursos según el tipo de audiencia”, apunta Schumacher.
En cuanto a la gramática, ninguno de los presidentes y candidatos presidenciales está a la altura del discurso en Gettysburg de Lincoln pronunciado el 19 de noviembre de 1863, que según los expertos está en un nivel “ciertamente elevado, con la gramática muy por encima del nivel de grado diez”.
Referencia bibliográfica:
Elliot Schumacher, Maxine Eskenazi «A Readability Analysis of Campaign Speeches from the 2016 US Presidential Campaign»