El Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) desarrolla materiales poliméricos microcelulares sustentables (plásticos espumados), a partir de poliolefinas y fibra de agave con aplicaciones en la industria automotriz y/o aeronáutica de México.
“Este proyecto consiste en incorporar adecuadamente la fibra de agave en diferentes polímeros, para lo cual se utilizó tecnología de plasma para modificar la superficie de la fibra y poder incorporarla a los polímeros que se están utilizando en diversas aplicaciones industriales”, explicó el doctor Florentino Soriano Corral, investigador titular del CIQA.
De acuerdo con información técnica de esta investigación, el desarrollo de nuevas tecnologías para la elaboración de polímeros microcelulares sustentables a base de fibras naturales surge como consecuencia de factores técnicos, ecológicos y económicos, como la alta disponibilidad de las fibras, el origen biológico, la biodegradabilidad, el incremento al valor de los subproductos agrícolas, en este caso las fibras naturales, y el bajo costo.
Respecto a la innovación de este proyecto, el doctor José Francisco Hernández Gámez, catedrático Conacyt en el CIQA, detalló: “La innovación de este tipo de materiales radica en la modificación a través de plasma en las fibras de agave y su incorporación a este tipo de materiales. Lo que difiere en este tratamiento con respecto a otros, es una mayor compatibilidad con las matrices termoplásticas, de tal manera que se incrementan las propiedades tanto físicas como mecánicas de los materiales microcelulares”.
Este desarrollo presenta diversas aplicaciones, principalmente para el sector automotriz y aeronáutico, en los cuales existe la necesidad de aligerar los vehículos y sus componentes a partir de materiales microcelulares. Sobre esto, el doctor Soriano Corral comentó: “La mayoría de la gente conoce lo que son las hojas de espuma (foamy), pero de distinta formulación, de igual manera se puede ver en el sector de calzado en sandalias espumadas fabricadas a partir de materiales espumados. Sin embargo, debido al bajo peso y a las propiedades que este material presenta, como distinta densidad y resistencia a la compresión, aislamiento acústico, eléctrico y térmico, se pueden aplicar, fundamentalmente, en la industria automotriz y aeronáutica”.
De acuerdo con el investigador, entre las diversas partes automotrices en que se pueden aplicar estos materiales se pueden mencionar bajo alfombra, bajo cielo y/o sobre cielo, descansabrazos, sellos de espejos laterales, aislante acústico y térmico, entre otras.
Según la información técnica del proyecto y los investigadores, generalmente este tipo de materiales es importado, lo que incrementa el costo debido al volumen. El costo de un polímero celular se puede incrementar hasta 200 por ciento si es importado, debido a los aranceles y a la transportación.
Al hablar de la importancia de esta investigación, el doctor Hernández Gámez destacó que el desarrollo de este tipo de materiales promueve el desarrollo tecnológico, generación de empleos y vinculación con la industria. Sobre el futuro y continuación del proyecto, declaró: “El siguiente paso es ir más allá en la tecnología, deseamos llevar este desarrollo a una escala piloto e industrial para obtenerlo de una forma continua, es decir, incorporar la fibra y obtener las placas espumadas a través de un proceso en continuo”.