Karina de la Paz Reyes Díaz
El escritor Pedro Ángel Palou destacó la necesidad de defender a la Universidad Veracruzana (UV) “a capa y espada”, en referencia al adeudo financiero que el Gobierno del Estado mantiene con la institución y que por derecho le corresponde. Para él, es la universidad pública de México que más le apuesta a la cultura, de ahí uno de los tantos motivos para salvaguardarla.
Para el exrector de la Universidad de las Américas hay esfuerzos históricos que además son consistentes, y la UV en muchos sentidos es “un garbanzo de a libra” en este país de contradicciones y, sobre todo, “lleno de proyectos fallidos y reinvenciones sexenales”.
“A la UV hay que defenderla a capa y espada de cualquier tipo de ataque: económico, ideológico, incluso de la incomprensión; porque es la universidad pública que más le ha apostado a la cultura en este país, y de manera consistente”, remarcó.
Como ejemplos citó la Orquesta Sinfónica de Xalapa (la más antigua del país), la Editorial y la revista emblemática de la institución, La Palabra y el Hombre.
Pedro Ángel Palou presentó, la tarde del sábado 23 de abril en el salón “Juan Vicente Melo” de la FILU 2016, su libro de cuentos Demonios en casa, que se integra al catálogo de la colección Ficción de la Editorial UV, a la cual calificó como “mítica”.
“La colección Ficción de la Editorial de la Universidad Veracruzana es para mí el equivalente público a lo que fue en (el ámbito) privado El Volador de (la editorial) Joaquín Mortiz. Ni en el más loco sueño de joven a mí se me hubiera ocurrido que yo terminaría publicando en El Volador y en Ficción”.
Demonios en casa es el cuarto libro de cuentos de Pedro Ángel Palou, quien pertenece a la llamada generación del crack, y se suma a su extensa obra que abarca varios géneros literarios.
El autor estuvo acompañado en la presentación del director de la Editorial UV, Édgar García Valencia, y del director del Instituto Veracruzano de la Cultura, Rodolfo Mendoza.
Además de los comentarios de los tres, Palou leyó dos cuentos para el público que abarrotó el Salón, uno de ellos, Retrato de pareja sin paisaje, provocó lágrimas en algunas personas.