Hay imágenes de tal belleza que no nos cansamos de admirarlas. Y la Nebulosa de la Burbuja es una de ellas. En 1787, cuando el gran astrónomo William Herschel la descubrió, el visor de su telescopio mostraba poco más que una mancha borrosa en blanco y negro. Hoy, gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, podemos apreciar todo su maravilloso cromatismo.
La Nebulosa de la Burbuja verdaderamente tiene la forma que le da nombre, y esto se debe a la brillante estrella denominada SAO20575, que aparece a la derecha del centro en esta imagen. Se trata de una estrella gigante, que tiene entre diez y veinte veces la masa del Sol.
Esta estrella emite un enorme torrente de radiación ultravioleta que hace que los gases a su alrededor brillen como luces fluorescentes. Sin embargo, no es esta radiación ultravioleta lo que forma la burbuja, sino el viento estelar que emite SAO20575.
El viento estelar es un flujo de partículas que escapa de esta estrella a gran velocidad. Al chocar y empujar los átomos y moléculas de gas de la nube circundante va creando esta burbuja luminosa.
El telescopio espacial Hubble tomó esta imagen utilizando su Cámara de Gran Angular 3 (WFC3). Se trata de un mosaico de cuatro imágenes combinadas para obtener esta vista a todo color. Las imágenes anteriores de Hubble solo mostraban parte de la nebulosa, pero aquí, por fin, podemos verla y apreciarla en todo su esplendor.
La nebulosa, que se encuentra a más de 8.000 años luz, tiene unos diez años luz de diámetro, aunque continúa expandiéndose a más de 100.000 km/h. Se desconoce por qué la estrella que ha formado la burbuja no se encuentra en su centro. Quizá se deba a que los gases interestelares sean más densos en un sentido que en otro, lo que impediría que la nube se expandiese a la misma velocidad en ambos sentidos.
Esta es la fotografía que celebra el 26.º aniversario de Hubble, que sigue siendo una magnífica máquina científica y nos ofrece imágenes espectaculares y datos de primer orden. Cada año, este telescopio espacial dedica parte de su tiempo de observación a capturar una vista espectacular del cosmos, que luego se publica alrededor del 24 de abril para conmemorar su lanzamiento en 1990.