Encélado, luna de Saturno. Imagen: UN.

Encélado, luna de Saturno. Imagen: UN.


El vulcanismo de la luna Encélado está basado en agua, a muy baja temperatura o en estado sólido

UN/DICYT Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia analizan partículas de una luna de Saturno a través de la luz. Formaciones volcánicas, pero no con lava sino hielo, derivadas del fenómeno de marea, hacen parte de una de las características principales de Encélado, una de las 62 lunas de Saturno.

El vulcanismo de Encélado está basado en agua, a muy baja temperatura o en estado sólido, que es expulsada con otros componentes como amoniaco, dióxido de carbono y algunos compuestos orgánicos.

Estas observaciones fueron hechas por la estudiante de geología, Liza María Forero, en desarrollo de su tesis de grado, en la que logró discriminar por tamaños esas partículas y hacer una valoración de las distancias a partir de dos factores: la firma espectral y los rangos de reflectancia.

Cada elemento químico tiene su firma espectral, es decir, absorbe o reflecta luz en diferentes longitudes de onda, por lo que al hacer el análisis del rango de absorción o de emisión de luz que tiene un compuesto se puede saber de qué está hecho determinado objeto.

A partir de los análisis de luz, según su reflectancia o absorción, Liza Forero concluyó que los mayores tamaños de partículas son cercanos a su fuente eruptiva o se encuentran en zonas donde la superficie se rejuvenece constantemente.

Asimismo, estableció que hay otros tamaños posiblemente producto de erosión o desgaste de estas partículas mayores como consecuencia de la tectónica, es decir, de posibles movimientos de la corteza.

Liza María analizó una docena de imágenes de Damascus Sulcos, que es la región del polo sur de esta luna, una de la tres que la integran. Su polo norte está lleno de cráteres de impacto y otros cuerpos menores, y en la zona meridional hay llanuras fracturadas y superpuestas. El estudio se centró en la primera y se concentró en la observación de los llamados crioclastos, es decir, en los fragmentos de roca gélidos.

La firma espectral del hielo permitió inferir que cuanto más grandes son las partículas, más capacidad tiene para absorber luz.

La NASA, a través de sus sondas espaciales, ha tomado imágenes de Saturno. Mediante dos software que se usan para decodificar y calibrar cada imagen, la estudiante relacionó el tamaño de las partículas y ciertos rangos de reflectancia. Para los rangos se tienen en cuenta variables como los pixeles de la imagen, el área que cubre, el ángulo de incidencia solar, la longitud de onda y el infrarrojo cercano (una de las formas en las que viaja la luz).

Al observar la cristalinidad de las imágenes de la superficie de Encélado, la estudiante concluyó que es más cristalina cuando se trata de hielo puro y que esta disminuye por la incidencia de la contaminación propiciada por los compuestos orgánicos de la luna. Sin embargo, esta variabilidad no depende de la cercanía o lejanía de la fuente eruptiva.

Algunos investigadores de la Universidad Nacional como Fabián Saavedra, han estudiado las lunas de Saturno, buscando algunas similitudes con la tierra.

Es así como, por ejemplo, se encontró que en la luna Titán hay geoformas con montañas de entre 100 y 600 metros de altura, las cuales se forman por la acción de material gélido que se acumula debajo del permafrost (capa de hielo en suelos superficiales).

De igual manera, se encontró que dentro de Encélado hay una producción de calor que hace que el hielo se mueva y se genere presión del material gélido para permitir la erupción. En la Tierra, el vulcanismo subglacial muestra una analogía gracias a la acción de la lava, pero esta permanece dentro de la corteza gélida, es decir, la erupción no pasa a la atmósfera.

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