En el Centro Nacional de Metrología (Cenam) se encuentra un escenario en el que se exhibe un recuento histórico de los instrumentos de medición y calibración que se han utilizado en México desde el siglo XVIII; se trata del Museo «Ing. Félix Pezet Sandoval», nombrado así en honor a uno de los más importantes investigadores de la metrología en México, fallecido en el 2010.
Se trata de una colección de más de 70 instrumentos que abarcan las diferentes formas de medida —masa, longitud, intensidad, volumen, entre otros— que a través de los siglos se han utilizado en México y otras partes del mundo, principalmente para las transacciones comerciales, de acuerdo con el coordinador de Servicios en Vibraciones y Acústica del Cenam, Javier Molina Trejo.
“A la par del surgimiento de estos instrumentos, se comenzaron a crear los llamados patrones de medidas antropométricas, los cuales se utilizaron para hacer los trueques entre comerciantes y compradores de los pueblos; posteriormente, después de que en varios países adoptaran sus propios sistemas de medición, a finales del siglo XVIII los franceses propusieron la creación de un sistema de medidas en el Tratado del Metro; este sistema se propuso que tuviera como base la diezmillonésima parte de un cuadrante del meridiano terrestre, el cual llamaron ‘metro’, dando origen al Sistema Métrico Decimal, que más tarde sería llamado Sistema Internacional de Unidades”, explicó.
Una vuelta a la historia
Por su parte, el responsable del Laboratorio de Pequeñas Masas, de la Dirección de Masa y Densidad del Cenam, Luis Manuel Ramírez Muñoz, destacó que en su estancia en el museo, los visitantes tienen la oportunidad de conocer el contexto histórico de los instrumentos de medición a través de los siglos, en detalles precisos como son los sistemas de medición antes y después de la incorporación de nuestro país a los tratados internacionales de pesos y medidas entre otros.
“De entrada mucha gente se pregunta ¿por qué tenemos estos sistemas de pesos y medidas? Nosotros les platicamos que, después de la Revolución Francesa había muchos problemas porque no existían países sino reinos, con su rey, dios y leyes particulares. Entonces los reyes imponían medidas respecto a ellos mismos, es decir, su complexión; por ejemplo, establecían varas que no tenían una numeración sino fracciones antropométricas de él mismo para medir distancias. En el museo tenemos una de la época del emperador Agustín de Iturbide que tuvo vigencia durante muchos años, donde encontramos que un medio equivalía a la distancia entre sus codos al juntar los puños, un cuarto, que era la medida de su mano, etcétera, y todas estas medidas eran por ‘orden suprema’ porque incluso estas varas traían impreso el sello real que les daba la validez. Esto pasaba en México y el resto del mundo, la gente dependía de las dimensiones de los reyes en turno, lo que ocasionaba molestia en la población”, destacó.
Ramírez Muñoz indicó que el museo cuenta, entre otros instrumentos, con una barra de platino-iridio del metro patrón utilizado en México a partir de 1891, que fue uno de los primeros patrones después de la adhesión de México al Tratado del Metro.
“En aquellos tiempos nuestro país tenía una estrecha relación con el Comité Internacional de Pesos y Medidas, sobre todo a partir de 1857. Los presidentes Sebastián Lerdo de Tejada y Benito Juárez establecieron decretos sobre el uso obligatorio del sistema métrico decimal y su enseñanza en las escuelas públicas. Después, Maximiliano de Habsburgo fue uno de los promotores del uso del sistema y de patrones franceses con decretos que incluso castigaban a la gente que no los utilizara. Él pudo haber sido firmante del Tratado del Metro en la convención de París pero fue fusilado. A la muerte de Benito Juárez, comienzan negociaciones para reintegrar a México al Comité Internacional de Pesos y Medidas donde se pagó la adhesión y las medidas oficiales del metro, kilogramo y los accesorios. Incluso, años después, el presidente Porfirio Díaz mandó traer pesas fabricadas en Francia. Esas piezas las tenemos aquí en el Cenam y son de hace 124 años aproximadamente”, abundó.
Las salas del Museo de la Metrología
Respecto a los instrumentos que se muestran en el Museo “Ing. Félix Pezet Sandoval”, el coordinador de Servicios en Vibraciones y Acústica del Cenam, Javier Molina Trejo, detalló que el escenario está dividido en tres zonas que indican la evolución de las mediciones en México y los artefactos que fueron utilizados en diferentes épocas. La primera de ellas, señaló, muestra piezas de la época colonial, como pesas de piedra que datan de finales del siglo XVIII, además de troqueles que se utilizaban para fabricar pesas que servían como elementos patrón de inspección para medidores de ‘pasa o no pasa’, además de cuartillos para medir el volumen de granos.
“La siguiente zona es sobre la época de la Independencia, tenemos la yarda (escantillón), donde las medidas fijas se colocaban sobre ella que ya se consideraba como un patrón oficial de inspección, aunque no era uso normal por ser del sistema americano de medición. También el patrón oficial de mármol, fabricado de ese material, se usaba por su coeficiente de expansión o dilatación térmica, que es muy pequeño, además del metro de trabajo (platino), la llamada Pila de Carlo Magno, así como diferentes estuches de pesas con una antigüedad de 780 a 900 d. C. aproximadamente”, explicó.
La otra área, según Molina Trejo, abarca los principios del siglo XX, donde se muestra la copia del prototipo No. 21 del kilogramo, que es el patrón nacional de masa y la balanza de Watt, que funciona por gravedad, entre otros.
“Algunos de estos equipos fueron utilizados por inspectores de campo. También tenemos las balanzas de Ruprecht que se utilizaron para medir volúmenes de acuerdo con el principio de Arquímedes y patrones oficiales de inspección (de primer orden), medidores volumétricos materializados y cuartillas medidas de capacidad. Otra de las áreas del museo tiene que ver con los instrumentos en donde está involucrada la electrónica, hay vatímetros, milivólmetros, que todavía son utilizados para la sensibilidad; tenemos resistores, frecuenciómetros y sonómetros, que se utilizan en la industria para cuestiones laborales, donde se debe verificar que el ruido producido en la empresa no afecte la salud de los trabajadores”, finalizó.
Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro (Agencia Informativa Conacyt)