La Tierra se está saturando por la presión que ejercen sobre ella los seres humanos, y esto tendrá consecuencias en el desarrollo social y económico. En 2009, un grupo de científicos liderado por el sueco Johan Rockström, director del Stockholm Resilience Centre, estableció nueve límites planetarios, un marco internacional que define un espacio operativo seguro para la humanidad.
El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el exceso de nitrógeno y fósforo en la producción, el agotamiento del ozono estratosférico, la acidificación de los océanos, el consumo mundial de agua dulce, el cambio en el uso del suelo (agricultura), la contaminación del aire y la química son las nueve áreas que si se sobrepasan cambiarán el medio ambiente de manera abrupta e irreversible.
Un grupo internacional de científicos, liderado por la University College London en Reino Unido, ha cuantificado en detalle por primera vez el efecto de la pérdida mundial de biodiversidad y revela que las presiones relacionadas con el uso del suelo la han reducido enormemente. Según el Índice de Integridad Biótica (IIB), el límite seguro de pérdida de biodiversidad está en el 10%, es decir que en ese caso un 90% de la abundancia de especies se mantendría intacto.
La integridad de la biodiversidad está en declive incluso en las zonas más salvajes, donde habitan multitud de especies y que se consideran puntos calientes
Sin embargo, «la pérdida de biodiversidad corresponde a una media de 15,4%, medida a partir del IIB”, dice a Sinc Tim Newbold, autor principal e investigador en el University College London. La biodiversidad se situaría por tanto en el 84,6%, es decir por debajo del 90%, aunque algunos investigadores señalan que puede considerarse segura una reducción hasta el 70%.
El trabajo señala que incluso si se tiene en cuenta la aparición de nuevas especies en una determinada región, el IIB sigue situándose por debajo del umbral aconsejable, a un 88% de su valor previo al factor humano.
Los biodiversidad de los pastizales, la más afectada
El estudio, publicado en Science, estima que en el 58,1% de la superficie terrestre mundial –que alberga al 71,4% de la población mundial– la biodiversidad local se ha reducido por debajo de esos límites planetarios propuestos por Rockström. Según los científicos, la integridad de la biodiversidad está en declive incluso en las zonas más salvajes, donde habitan multitud de especies y que se consideran puntos calientes de biodiversidad.
“Nos hemos dado cuenta de que en prácticamente todo el mundo la pérdida de biodiversidad ya no está en el límite seguro sugerido por los ecologistas”, explica Tim Newbold. Según la investigación, nueve de los 14 biomas terrestres han superado el límite de seguridad recomendado para la biodiversidad, pero este número se reduce a siete de cada 14 si la aparición de nuevas especies se incluye en la evaluación.
Pastizales, sabanas y montes bajos son las áreas más afectadas por la pérdida de biodiversidad, seguidos muy de cerca por muchos bosques. “Las más afectadas son las praderas de zonas templadas, porque es donde la mayoría de la agricultura se desarrolla. Sin embargo, muchas áreas tropicales también han alcanzado esos límites por la creciente agricultura que se lleva a cabo en esas zonas”, subraya a Sinc Newbold. La Amazonía, que no ha experimentado cambios en los usos del suelo, tiene niveles más altos de biodiversidad.
"La recesión ecológica podría tener consecuencias incluso peores que la económica. Hasta que no recuperemos la biodiversidad, estamos jugando a la ruleta ecológica”, declara
Los ecosistemas pierden su función
El trabajo demuestra también que los niveles de la pérdida global de biodiversidad podrían afectar negativamente a la función del ecosistema y la sostenibilidad de las sociedades humanas.
“Existen evidencias de que la pérdida de biodiversidad puede reducir las funciones ecológicas como la produccion agrícola, el crecimiento de organismos vivos, el ciclo de nutrientes y la polinización. Además la pérdida de biodiversidad hace que las funciones del ecosistema bajo cambios ambientales como el cambio climático sean menos probables”, alerta el científico.
Hasta ahora, los científicos no tenían del todo claro cómo la pérdida de biodiversidad afectaba a la función del ecosistema. “Lo que sí sabemos es que en muchos lugares del mundo, nos acercamos a una situación en la que la intervención humana podría necesitarse para mantener esta función”, recalca el investigador.
Los científicos usaron datos procedentes de cientos de estudios y analizaron la abundancia de animales, plantas y hongos en 2,38 millones de registros sobre 39.123 especies en 18.659 lugares, desde hábitats naturales, áreas agrícolas y urbanas. Los análisis del proyecto PREDICTS permitieron comprobar en cada kilómetro cuadrado de tierra cómo ha cambiado el hábitat.
El equipo subraya que si no se controla la pérdida de biodiversidad, se minarán los esfuerzos hacia un desarrollo sostenible a largo plazo. “Los políticos se preocupan mucho por la recesión económica pero la ecológica podría tener consecuencias incluso peores. Hasta que no recuperemos la biodiversidad, estamos jugando a la ruleta ecológica”, declara Andy Purvis del Natural History Museum de Londres, y coautor del estudio.
Newbold propone volver a los límites seguros restaurando algunas zonas del hábitat natural y preservando las áreas restantes. “Tendremos que restaurar las tierras usadas por los humanos”, concluye.
Referencia bibliográfica:
Tin Newbold et al. «Has land use pushed terrestrial biodiversity beyond the planetary boundary? A global assessment» Science 14 de julio de 2016