La diferencia de ingresos entre las personas más ricas y las más pobres de cada país hacen de América Latina la región más desigual, a pesar de no ser la más pobre del orbe, sostuvo el doctor Luis Reygadas Robles Gil, investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al participar en el Seminario divisional de Ciencias Sociales y Humanidades: La desigualdad en México. Desafíos y acciones transformadoras, llevado a cabo en dicha sede académica, señaló que en general “cuando se piensa en desigualdad se piensa en pobreza”, sin embargo en América Latina hay países –Cuba y Argentina– que en el renglón educativo han alcanzado índices similares a los de naciones desarrolladas.
En Asia y África hay regiones mucho más pobres que en Latinoamérica, así que la desigualdad tiene que ver “con la combinación de la pobreza y la riqueza”.
El profesor del Departamento de Antropología sostuvo que 35 por ciento de la población en el África subsahariana y algunos países de Asia tiene algún grado de desnutrición, en tanto América Latina se encuentra en una posición intermedia, o incluso buena. Argentina, por ejemplo, tiene muy poca población desnutrida.
Respecto de la equidad de género es evidente que hay machismo, patriarcado y desigualdad grave en la región que limitan el acceso a las mujeres a la educación, “pero tampoco es la peor” porque el problema se concentra en muchos de los países islámicos.
Con excepción de algunos países de América Central y Haití, la región registra un promedio de 80 por ciento de cobertura en educación, lo que no se compara con la situación que priva en áreas de África o Asia.
“Hay analfabetismo y muchos problemas por resolver en nuestra región, pero Cuba, Argentina y Uruguay tienen los mismos niveles de alfabetismo que muchos países desarrollados”.
En cuanto a desarrollo humano –que mide los índices de ingreso, educación, salud, mortalidad materna e infantil, equidad de género y esperanza de vida al nacer, entre otros– “tenemos países con niveles medios de desarrollo humano, como es el caso de México, e incluso altos, como en Argentina y Chile”.
Salvo Haití, los países tienen un ingreso medio o medio bajo, “nada que ver con la mayor parte de África o el sudeste asiático, donde la pobreza es mucho mayor”.
El investigador señaló que la desigualdad en la distribución del ingreso es un problema real de los países latinoamericanos.
Un país que rebasa 0.400 del índice de Gini registra desigualdad en el ingreso. De acuerdo con dicho parámetro, cero significa que todos tienen lo mismo y uno representa la desigualdad absoluta, es decir, que un solo individuo tiene todo y los demás nada.
De esta manera los países menos desiguales son algunos desarrollados como Suiza, Noruega, Dinamarca, Japón, Alemania, mientras que los países más desiguales son algunos africanos, pero como región América Latina es la más desigual.
Esto quiere decir que la desigualdad no tiene una relación tan directa con la pobreza. India, por ejemplo, es menos desigual que Estados Unidos y eso es así también en algunos países africanos.
La desigualdad no refiere un problema de riqueza o pobreza sino de cómo está distribuido el ingreso, América Latina tiene un índice promedio de .498, mientras que Europa de .290; Asia Pacífico de .382, y África Subsahariana de .470. México se encuentra entre los más desiguales, con un índice de .481, junto con Colombia de .535 y Brasil de .539-.