Con el apoyo de una impresora 3D, estudiantes del Centro de Enseñanza Técnica y Superior (Cetys Universidad) redujeron 80 por ciento los costos de producción de un dron que tiene la capacidad de detectar plagas en zonas agrícolas.
El proyecto de los estudiantes de la Escuela de Ingeniería de Cetys Universidad, institución privada con tres campus en Baja California, se desarrolla en colaboración con alumnos de la Universidad de Texas en El Paso.
Isaac Azuz Adeath, profesor de la Escuela de Ingeniería y asesor del proyecto, explicó que el año pasado los estudiantes iniciaron con una práctica para construir un dron con la capacidad de tomar fotografías.
Este año, el proyecto continuó con la participación de los estudiantes estadounidenses, se utilizaron las impresoras 3D para disminuir el costo de producción del vehículo aéreo y agregarle la capacidad de capturar fotografías en infrarrojo para la detección de plagas o enfermedades en las zonas agrícolas sobrevoladas.
Las primeras pruebas se efectuaron en Valle de Guadalupe, zona vitivinícola del municipio de Ensenada, donde gracias al uso del dron se comenzaron a detectar las zonas de plantas con enfermedad, donde los propios productores sospechaban que había plagas, así como también se ubicaron zonas de viñedos fuertes y vigorosos.
Construcción del dron
El dron fue armado por partes y posteriormente se modificó por los alumnos; de acuerdo con el profesor Azuz Adeath, la modificación más significativa fue el estabilizador instalado en la cámara del dron, lo que le permite moverse en todas las direcciones sin afectar la calidad de las fotografías.
“Básicamente lo que capta la cámara es la reflectancia de la luz y eso cambia si la hoja es verde, oscura con pintitas cafés o es completamente café porque está muriendo”, ejemplificó.
Mencionó que lo que buscan a largo plazo es que los vitivinicultores tengan a su alcance un dron con costos menores al promedio, que las rutas de vuelo ya estén programadas y que la altura desde la que se capturan las imágenes siempre sea la misma para poder comparar las fotos, además de contar con la posibilidad de controlarlo desde el celular.
Azuz Adeath detalló que el trabajo de análisis de las imágenes es similar al procesamiento de la imagen captada desde un satélite, lo que implica la práctica de técnicas que ya se conocen a nivel mundial pero en este caso es en una escala menor.
Resultados
Como resultado de las pruebas realizadas, se generó información en torno a la conveniencia de decisiones que toman los vitivinicultores y que inciden entre las líneas de vides.
“Por ejemplo, algunos limpian, algunos dejan que se cubra con vegetación natural, algunos les ponen paja, algunos dejan las mismas semillas que van desechando de la uva porque creen que eso les puede ayudar a retener la humedad o cosas así”, indicó.
Refirió que este tipo de información es de utilidad para los vitivinicultores porque les permite tener mayor certeza sobre qué hacer para que las plantas de vid sean más sanas.
Dr. Isaac Azuz Adeath |