Víctor Hugo Luja Molina, especialista en uso, manejo y preservación de los recursos naturales, de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), encabeza una investigación para regular la actividad turística de avistamiento del tiburón ballena (Rhincodon typus) en el estado.
Destacó que este proyecto fue aprobado el pasado octubre y es auspiciado por Pronatura Península de Yucatán, e involucra diversas regiones del océano Pacífico y Caribe mexicano, con la finalidad de regular la prestación de servicios turísticos y proteger la especie.
“El proyecto se llama Caracterización de la actividad turística realizada con tiburón ballena en aguas nacionales»; esta es una especie que se conoce para el Caribe, y también habita en las aguas del golfo de California, especialmente en La Paz y Bahía de los Ángeles, donde se hace actividad turística desde hace más de 20 años; incluso, en Nayarit, «tuvimos evidencia de que también hay tiburón ballena, de hecho en todo el Pacífico hay”, afirmó.
Explicó que un consorcio, conformado por especialistas de la península de Yucatán, de la península de Baja California y Nayarit, propuso a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a través del Programa de Conservación de Especies en Riesgo (Procer), analizar el hábitat del tiburón ballena, crear estrategias de conservación y aprovechamiento sustentable.
“Nuestra intención es generar información actualizada y estandarizada de todas las zonas de avistamiento de tiburón ballena para crear un programa sustentable, porque por ejemplo, en la península de Yucatán, ya están teniendo problemas de masificación, hay muchas lanchas, ya hay muchos permisos, incluso gente sin permiso, y están dañando los animales, los cortan, los golpean; entonces la intención es regular la actividad a nivel nacional, trabajando en coordinación todas las regiones para aplicar las mismas reglas, adaptándolas”, abundó.
Los avistamientos en Nayarit
Luja Molina refirió que en el estado, las investigaciones tienen antecedentes desde 2013 —involucrando a los prestadores de servicios de San Blas y Boca de Camichín en Santiago Ixcuintla—, para identificar el número de individuos aproximado que llega a la costa nayarita, las actividades de la especie, entre otras cuestiones.
“La temporada de arribo que hemos observado va de noviembre hasta principios de mayo; en 2013 y 2014 sacamos datos de abundancia, de número de avistamientos por día, sexos y los sitios donde están los animales, y con esa información hicimos la línea base para saber en qué fecha se podrían dar los avistamientos con turistas y qué zonas eran las idóneas”, asentó.
Hasta el momento, indicó el doctor Luja, se han contabilizado en San Blas y Boca de Camichín hasta 25 individuos por día, tienen un patrón de concentración en las zonas de desembocaduras de ríos, sobre todo en la región de influencia del río Santiago y parte del río San Pedro, importantes por el aporte de nutrientes al mar.
“Hemos tenido concentraciones de tiburón ballena muy localizadas en las desembocaduras, lo que los prestadores de servicios llaman líneas de corriente, que es donde sale el agua dulce, y por la diferencia de densidades, circula encima del agua de mar, y una vez que se va mezclando se hacen carreteras de alimento, por eso es que hemos visto varios animales y podemos llegar a contar hasta 25 por día en el pico de la temporada”, refirió.
El doctor Luja resaltó que estos animales no son agresivos, son filtradores y se alimentan de fitoplancton y zooplancton, no tienen dientes calcificados como otros tiburones y son conocidos como los peces más grandes del mundo, ya que pueden medir hasta 20 metros, aunque en las costas de Nayarit se han visto machos de 12 metros.
“Técnicamente son peces, es el pez más grande del mundo, son filtradores, se alimentan de fitoplancton y zooplancton de la superficie del mar; aquí en Nayarit hemos tenido avistamiento de machos de 12 metros”, dijo el especialista.
El entrevistado señaló que la regulación que se pretende establecer incluye prevenciones para los turistas, ya que por su tamaño, si se sienten amenazados, cuando las lanchas se les acercan, pueden dar coletazos y causar daños a las embarcaciones o a las personas.
Las investigaciones que se harán a partir de este proyecto con Pronatura Península de Yucatán, será establecer con precisión detalles de su arribo, incluso, realizar monitoreos para conocer la temperatura del agua y sus efectos sobre el animal.
Conservación de la especie
Leyes internacionales de conservación consideran el tiburón ballena como una especie protegida porque su estatus ha sido elevado a especie en peligro de extinción, debido a que en Asia es pescado por sus aletas.
“En América se le protege pero no está exento de peligros por contaminación y accidentes por los barcos. En México, su preservación hasta el momento se ha asegurado bajo una normatividad general como especie amenazada, incluida en la NOM-059-SEMARNAT-2010”, dijo.
El conservacionista dio a conocer que en el mes de septiembre, especialistas de las regiones de avistamiento y servidores públicos presentaron ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una propuesta para generar una Norma Oficial Mexicana específica para el avistamiento del tiburón ballena en aguas nacionales.
“Los prestadores de servicios han trabajado para la regulación y acuden a capacitaciones, en 2013 fueron a una reunión de tiburón ballena para saber cómo conservarla y utilizarla de manera adecuada; fue una actividad del Programa de Conservación de Especies en Riesgo, de ahí surgió la inquietud para generar una norma oficial, y hace un mes fuimos a Semarnat a generarla”, apuntó.
Mientras tanto, aseguró, los prestadores de servicios en Nayarit se autorregulan, aunque se les ofrecen capacitaciones donde se les conciencia sobre las velocidades con las que es ideal navegar en estos sitios, además de que reporten actividades sospechosas contra esta especie.
“Este trabajo es la esencia del manejo comunitario, porque las personas se están apropiando de sus recursos naturales, y les decimos que esto es redituable y que no les conviene que se realice una actividad ilegal en sus aguas”, recalcó.
Turismo regulado
El Centro Nayarita de Innovación y Transferencia de Tecnología (Cenit2) de la Universidad Autónoma de Nayarit será la entidad que se encargue de diseminar los recursos que ofrece Pronatura Península Yucatán, mediante un convenio.
“Nos aprobaron este proyecto, el responsable es Pronatura Península de Yucatán, que deriva los recursos a las regiones, que somos La Paz y Bahía de la Paz en Baja California Sur, así como a Bahía de los Ángeles en Baja California, a Nayarit y otro organismo del Caribe mexicano; en esta gestión de recursos nos apoyó el director del Cenit2, el maestro Joel Salomón Herrera, para poder acceder a los recursos y realizar los trabajos de aquí a fin de año”, finalizó.
Roberto Mata Rentería, prestador de servicios turísticos de la empresa familiar Experiencias Ecoturísticas Mata S. de R.L. de C.V. (Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable), junto con el doctor Víctor Luja Molina, trabaja en el monitoreo del tiburón ballena en la costa de Santiago Ixcuintla, se encarga de tomar datos sobre la población y estatus de la especie.
“Nos corresponde la toma de datos del tiburón ballena en este proyecto, no sabíamos bien dónde se localizaban, pero ahora podemos ofrecer un plus en el servicio para los turistas, además de que estamos conociendo la población de especies que tenemos, las tallas, en qué condiciones están, para saber qué es lo que se está haciendo en la zona para afectarlos con nuestras actividades y, por supuesto, evitarlo”, indicó.
Roberto Mata señaló que con una regulación específica sobre el tiburón ballena en Nayarit, la prestación de servicios marítimos para su avistamiento se realizará de manera ordenada y con protección para la especie; además de que la captación de recursos será mejor aprovechada porque las embarcaciones se podrán dirigir específicamente a los puntos donde se encuentran los tiburones.
“Este proyecto que está en colaboración con prestadores de servicios de Boca de Camichín, San Blas, especialistas de la UAN y otros lugares, nos ha servido mucho porque sabemos de nuestra población de animales, sobre su condición, y con este estudio se demuestra la actividad que podemos realizar; además de que la norma oficial no va a salir del escritorio, sino que participamos las autoridades, prestadores de servicios e investigadores, si se regula, vamos a tener más herramientas para la protección del animal y que la actividad se haga de una manera más ordenada”, afirmó.
Entre las disposiciones que se podrán imponer con la norma, se encuentran los planes de manejo de la especie y la actividad turística, que refiere al número de nadadores en la zona de avistamiento, las distancias entre las embarcaciones o visitantes respecto al animal, indicó el entrevistado, quien dijo que hasta el momento existen al menos 22 permisos para que estas empresas familiares puedan realizar actividades turísticas con avistamientos para ballenas y otras especies de la zona de San Blas y Boca de Camichín.
• Dr. Víctor Hugo Luja Molina
Universidad Autónoma de Nayarit
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