En el momento de inaugurar otro año en el calendario, y con la sensación de un nuevo comienzo, disfrutemos de la imagen de esta red de polvo y gas, que muestra un fragmento del firmamento en el que podrían llegar a nacer nuevas estrellas.
Se trata de la región de Polaris, a 490 años luz de distancia. Fue fotografiada por el observatorio espacial Herschel de la ESA en 2011 y lo que aquí vemos es una composición en color de la zona.
En ella se observa una maraña de filamentos interestelares. Estos filamentos pueden extenderse varias decenas de años luz por el espacio y preludian la formación de estrellas, que a menudo se encontrarán en las partes más densas del conjunto.
Incrustados en los filamentos se aprecia cierto número de manchas más densas de materia, pero por el momento apenas alguna parece ser el germen de futuras estrellas. Por su aspecto actual, estos filamentos no son lo suficientemente masivos para permitir la formación de estrellas.
Está por ver si esta región, actualmente tranquila, se convertirá en el futuro en una incubadora estelar.
La imagen fue tomada por los instrumentos PACS (cámara y espectrómetro con conjuntos de detectores fotoconductores) y SPIRE (receptor de imágenes espectrales y fotométricas) de Herschel a unas longitudes de onda de infrarrojos de 250, 350 y 500 micras.
Imagen de: ESA and the SPIRE & PACS consortia, Ph. André (CEA Saclay) for the Gould’s Belt Survey Key Programme Consortium, and A. Abergel (IAS Orsay) for the Evolution of Interstellar Dust Key Programme Consortium