El investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (Ccadet) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Luis Solleiro Rebolledo, fue galardonado en el rubro de Trayectoria de Mexicano Destacado en la Innovation Match México 2017, el vento que busca vincular a instituciones de investigación científica e investigadores, con la iniciativa privada del país.
“Mi profesor de doctorado me convenció de abordar el tema de transferencia de tecnología, el cual culminé en 1983. Cuando regresé a México, comencé a trabajar en la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, en un área de fomento a la industria electrónica y de cómputo, y en realidad no me gustó trabajar en el gobierno, me quedé solo medio año. Comencé a buscar y encontré que en la UNAM se empezaba a generar una oficina de transferencia de tecnología. Ahí se me abrieron las puertas gracias a mi trayectoria hasta ese momento, siendo exalumno de la UNAM y habiendo hecho mi trabajo de doctorado en la materia, fui aceptado en 1984”.
Entre los trabajos de José Luis Solleiro, se encuentra la generación de los documentos programáticos de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM y, dentro de ello, InnovaUNAM, que funge para la incubación de empresas. Este trabajo lo realizó a partir de 2008 como director general de Vinculación de la UNAM, en donde en colaboración con Jaime Martuscelli y en cuatro años de trabajo lograron la creación de nueve incubadoras de empresas, generaron una estructura de consultores para atender a las empresas e hicieron acuerdos con entidades de financiamiento a emprendedores.
Posteriormente, diseñó junto con otros colegas un programa de capacitación para emprendedores y para los administradores de las incubadoras, los cuales implementan a través de convenios con la UNAM. “Hemos impartido estos talleres con mucho éxito sobre todo en instituciones del Estado de México, Morelos y recientemente con San Luis Potosí. En esta cuestión de formación y capacitación, hemos estado muy activos”, platicó José Luis Solleiro a la Agencia Informativa Conacyt.
“Con el Estado de México llevamos una historia de siete años de capacitación ininterrumpidos, y se han visto resultados, ya que en instituciones que no son de la magnitud de una universidad como la UNAM hemos visto cómo empiezan a desarrollar sus propios programas, como un centro de atención a la industria donde ahora se van a incubar empresas de los alumnos. Hemos incidido en que paulatinamente cambie la visión y generado el marco normativo para permitir que se hagan estas actividades en el medio universitario”, añadió.
Retos para el desarrollo tecnológico
A pesar de que es conocido que el desarrollo tecnológico va de la mano con una economía sana, a lo largo de su trayectoria el doctor Solleiro ha encontrado como reto principal que los mismos investigadores enfoquen su trabajo en aplicaciones para la industria. “El primer gran reto es encontrar que en general los académicos tienen una gran resistencia a participar en este tipo de cosas. No es común encontrar a un académico que se entusiasme en trabajar con la industria. En realidad, son una minoría los que tienen la disposición de otorgar su tiempo para este tipo de proyectos”.
Uno de los argumentos dados para justificar esta ausencia de colaboración es la falta de comunicación entre los empresarios y la academia, la cual se debe a que ambas partes tienen objetivos fundamentalmente diferentes. Por un lado, las prioridades del empresario son producir y generar riqueza a la brevedad, mientras que para el académico es realizar contribuciones intelectuales relevantes.
“La industria mexicana ha tenido un desarrollo, sin duda alguna, muy importante, pero este ha sido sin un componente muy importante de innovación. Las empresas han resuelto sus problemas tecnológicos acudiendo a la importación de tecnología de otras empresas, o bien haciendo improvisaciones que les permiten salir del paso pero no necesariamente en las condiciones más competitivas. Infortunadamente nuestro empresariado no tiene una tradición de invertir tiempo y dinero en proyectos de innovación”, puntualizó el académico de la UNAM.
Ventajas y desventajas de la vinculación academia-industria
Dentro de la innovación tecnológica para la industria, existen ventajas y desventajas para la postura de acercarse a universidades para solventar problemáticas técnicas. Al respecto, Solleiro comentó que “entre las ventajas de que las empresas acudan a universidades o centros de investigación para solucionar sus problemáticas es que esta adquirirá un aprendizaje, el cual tiende a ser mayor que cuando simplemente se compra a otra empresa, porque de esta manera el comprador se involucra más en el trabajo junto con el grupo investigador”.
Otra ventaja es que en el largo plazo resulta ser más económico apostar por la innovación, mas no en el corto, ya que se tiene que invertir en el desarrollo tecnológico que se hace con el grupo académico. Por el contrario, cuando se compra tecnología ya desarrollada solo es más barato en el corto plazo, ya que pagos de regalías, compra de materias primas y máquinas que se tienen que hacer con el proveedor de la tecnología, resultado de la dependencia tecnológica que se tendrá con este, encarecen mucho el producto final.
La desventaja más marcada es la incertidumbre. Cuando se le compra tecnología a una empresa, se trata de tecnología que ya ha sido probada y en el contrato se pueden exigir garantías de desempeño; este no es el caso con una universidad o centro de investigación, ya que la tecnología que se genera no está probada en la misma escala. No existe una certeza completa de que el producto final vaya a comportarse como se plantea.
Promotores de la innovación
Respecto al apoyo de entidades gubernamentales para la generación de vinculación academia-industria, el investigador de la UNAM comento que “Conacyt sin duda alguna es el promotor gubernamental más importante de transferencia tecnológica. Su Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) es el incentivo más importante para que haya vinculación entre las empresas y las universidades y centros de investigación, al disponer el subsidio económico que se otorga a las primeras para hacer proyectos de desarrollo tecnológico”.
También destacó que son importantes los reconocimientos como el que le fue otorgado. “Creo que es bueno que avancemos en creérnosla, pensar que hay personas en nuestro país que han logrado superar los obstáculos para que las cosas sí sucedan, creo que eso es importantísimo”.
“Este tipo de talleres, seminarios y congresos son una excelente forma de socializar el conocimiento. Por supuesto no es la única, pero sí creo que es excelente porque los intercambios sociales, al abordar al ponente durante estos eventos, son algo muy importante”, añadió respecto a la importancia de eventos como el Innovation Match México llevado a cabo recientemente.
“Creo que los esfuerzos para la divulgación y difusión de la ciencia son muy importantes, pero también tiene que haber esfuerzos de divulgación y difusión de la tecnología (…) Es importante sensibilizar a la población de que la tecnología va más allá de gadgets como celulares y computadoras, abarca también el transporte, producción de alimentos y vestido, prácticamente para cualquier lugar que veamos hay tecnología de por medio. La sensibilización sobre la tecnología es tan importante como la de la ciencia”, concluyó.