“Kónkhe” es el vocablo griego, uno de los más antiguos, que hace referencia a cuenca y se refiere a una concha de molusco. En español la palabra se utiliza para referirse a cuenca ocular, cuencas productivas y por supuesto cuencas hidrográficas. Todas las acepciones se caracterizan por contener vida.
Cuando preguntamos que es una cuenca, la gente como primer gesto junta las manos y las mueve de lado a lado imitando un cuenco, y lo relaciona con agua. Las cuencas hidrográficas están repletas de interacciones, una de las más importantes para la vida en la tierra: agua, suelo y bosque.
En este suplemento hacemos entrega de una visión que engloba diferentes aproximaciones al trabajo con cuencas, recuperamos parte del trabajo que un cuerpo colegiado, especialista en el tema ha compilado a lo largo de los años, y han hecho del tema de cuencas un tema relevante para la academia, sociedad civil e instituciones gubernamentales.
En México existen dos programas liderados por organizaciones de la sociedad civil que han logrado alianzas con diferentes sectores y fondos y permiten contar con experiencias locales en manejo y gestión de cuencas en un contexto global: el Programa Cuencas y Ciudades y el programa de Cuencas Costeras en el Contexto de Cambio Climático.