A las 6:00 horas de este lunes en Colombia (11:00 GMT) repicaban las campanas de la iglesia San José de Aracataca (norte), para convocar a los habitantes y visitantes del pueblo natal del Nobel Gabriel García Márquez al homenaje póstumo y sepelio simbólico por las principales calles del municipio.
García Márquez, quien murió el pasado jueves a lo 87 años en la Ciudad de México, convirtió a Aracataca en una leyenda que el mundo quiere conocer por la magia que encierra, al ser no sólo su lugar de origen, donde vivió sus primeros 10 años, sino el espacio que inspiró ‘»Macondo'» el mítico pueblo de su novela ‘»Cien Años de Soledad'».
Por sus calles ambientadas con vallenatos y adornadas con mariposas de papel y flores amarillas (como se describe en la novela), se encuentran personajes que parecen salidos de sus creaciones literarias y que expresan su orgullo al ser coterráneos del autor más leído y más traducido de Colombia.
Entre ellos, María Magdalena Bolaño, de 97 años, a quien todos conocen y cuidan por haber sido la nana de ‘»Gabo'» durante el tiempo que vivió en esta localidad caribeña y forma parte de una serie de símbolos que reciben a los interesados en explorar el lugar que dio a luz al novelista.
En entrevista con Xinhua, Bolaño recordó que el coronel Nicolás Ricardo Márquez y Tranquilina Iguarán, abuelos de García Márquez, la llevaron a vivir a su casa cuando ella apenas tenía 10 años de edad para que se encargara del cuidado del nieto a cambio de ocho centavos de pesos colombianos semanales.
‘»Yo lidié con él desde los ocho meses hasta los ocho años, me llevaron los abuelos que eran muy buenas personas, yo los recuerdo mucho (…) pero ese niño era muy envidioso, te veía algo y tenía que quitártelo, yo siempre le tenía que dar plata (dinero)'», recuerda con humor.
Las calles por las que transitó el más reconocido escritor de Colombia evocan su infancia, mientras los habitantes le agradecen que haya dado un impulso a su desarrollo social, pero más que nada, que haya generado en ellos una identidad ante el mundo.
Sus habitantes aseguran que esa fama de lugar mágico en el que cualquier cosa puede suceder, se debe toda al Premio Nobel de Literatura de 1982 y reconocen que sin su existencia, muy seguramente serían otro caluroso pueblo perdido en el caribe colombiano.
No sólo los adultos homenajean al escritor que el mundo recuerda por su genialidad. Los niños y jóvenes también se han reunido en lugares como la Casa Museo y la Plaza Central para expresar su cariño y admiración a través de la realización de coloridos retratos de ‘»Gabo'».
La estación del tren, una de cuyas paradas lleva el nombre del fantástico pueblo ‘»Macondo'», es otro lugar de paso obligado para quienes quieren adentrarse en el imaginario recreado por García Márquez en muchos de sus relatos propios del ‘»reaismo mágico'», corriente literaria de la cual el colombiano es su máximo exponente.
Estatuas y monumentos en honor al escritor abundan en las calles en las que sus habitantes recuerdan que éste realizó varias donaciones para que Aracataca cuente ahora con una infraestructura más digna para sus habitantes.
Los comerciantes son beneficiados con la popularidad del pueblo, donde se ha incrementado la llegada de turistas de todo el mundo que han llegado desde el pasado Jueves Santo (día en que murió el escritor) y de decenas de medios locales e internacionales que buscan cubrir la despedida que Aracataca le hace al colombiano.
Al homenaje que se rinde en Aracataca al premio Nobel también llegó Carlos Eduardo Manrique, estudiante de periodismo que tuvo la oportunidad de entrevistar a García Márquez el 6 de junio de 2013, en una de las últimas entrevisitas que concedió a la prensa local.
En una de las calles del pueblo, Manrique dijo a Xinhua lo privilegiado que se sintió de haber conocido a la pluma colombiana, de quien dijo tuvo la oportunidad de descubrir su parte más humana.
‘»Lo puedo decir como un testimonio, él no sólo era un gran escritor sino sobre todas las cosas un hombre con un corazón extraordinario, un hombre noble, un hombre sencillo'», dijo el joven periodista.
‘»De puertas para adentro Gabo no era famoso, era un hombre lo más tranquilo posible, un hombre familiar pendiente de su esposa, un hombre de silencio y de muchas lecturas, todavía cantaba, ya no escribía, pero sí cantaba y se mantenía sonriente, ese era Gabriel García Márquez y bailaba, le gustaba mucho bailar'», añadió.
Manrique sostiene que su amor hacia la literatura y sobre todo hacia el periodismo, oficio que ejerció García Márquez en diferentes medios colombianos e internacionales, se lo debe también a sus crónicas que considera magistrales por manera de contar historias.
García Márquez tiene crónicas periodísticas, desde un náufrago (‘»Relato de un Náufrago'»), hasta la de una vaca que salió a caminar en medio de una procesión en un pueblo. Nos enseñó que la riqueza del tema no está tanto en el tema mismo, sino en la forma en la que lo puedas contar.
‘»Nos invita García Márquez a contar las historias de una manera maravillosa para enamorar y cautivar a los lectores'» señaló.
Los coterráneos de Márquez celebraron también la noticia de la novela ‘»En Agosto nos vemos'», la cual sería publicada próximamente si su familia da el aval para hacerlo, según su editor, lo cual engrosaría la lista de más de 40 textos escritos por García Márquez y traducidos a 35 idiomas.
Otros lugares muy concurridos del pueblo son ‘»La casa del telegrafista'», en donde vivió y trabajó de 1923 a 1926 Gabriel Eligio García Martínez, el padre del escritor, quien inspiró al personaje Florentino Ariza en ‘»El amor en los tiempos del cólera'», libro que también se llevó al cine.
La Casa Museo Gabriel García Márquez, fundada por el poeta Rafael Jiménez y construida sobre el terreno en donde se levantaba la verdadera casa del escritor, también es un lugar que todos los visitantes quieren conocer por la evocación que hace él de ésta en sus textos, especialmente en ‘»Cien años de soledad'».
Locales comerciales de todo tipo, hostales, restaurantes y cafés del pueblo como el ubicado cerca de la Casa Museo llamado ‘»La Hojarasca'» (nombre de la primera novela del colombiano) hacen alusión a ‘»Gabo'» y a su obra que como el mismo señaló, fue posible gracias a Aracataca.
‘»Me siento latinoamericano de cualquier país, pero sin renunciar a la nostalgia de mi tierra Aracataca a donde regresé un día y descubrí la materia prima de mi obra'», declaró el colombiano durante su última visita en 2007, cuando celebró allí sus 80 años de vida.
Antes del sepelio simbólico del escritor se apartará un momento para realizar una lectura de algunas partes de “Cien años de soledad” y se realizará un recorrido por los lugares emblemáticos del pueblo que cuenta con cerca de 40.000 habitantes.
Entre tanto, en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, a donde su familia llevará sus cenizas, se realiza este lunes un gran homenaje encabezado por los presidentes de México Enrique Peña Nieto y de Colombia, Juan Manuel Santos y a donde también tendrán acceso unos 600 mexicanos seguidores del Nobel.
Sus paisanos esperan que parte de las cenizas del colombiano sean trasladadas desde México, en donde murió y vivió con su familia en las últimas tres décadas, para reposar en la tierra donde nació su vocación reconocida en los cinco continentes.
UNA URNA CON CARTAS
El sepelio simbólico del Nobel colombiano salió de la Casa Museo que lleva su mismo nombre, donde cientos de estudiantes de esta localidad, lugareños y visitantes caminaron por una dos horas para recordar al fallecido escritor, quien murió el pasado jueves en su casa de Ciudad de México.
La marcha funebre de Gabo salió con una urna llena de cartas en las que miles de personas escribieron lo que significó para ellos la vida y obra del reconocido escritor, quien se inspiró de esa localidad para crear a Macondo, la localidad en la que se desarrolla Cien años de soledad.
Posteriormente, la multitud pasó por la Casa del Telegrafista, lugar donde laboró hace 87 años el padre del escritor y concluyó en la iglesia donde fue bautizado. Luego el cortejo fúnebre salió rumbo al cementerio de Aracataca, donde simbólicamente reposan los restos del creador de obras como El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora y La hojarasca, entre otras.
‘»Alrededor del tema de Gabo estamos casualmente desde el año pasado adelantando un proyecto muy interesante, siempre he pensado que aunque Gabriel García Márquez es sin duda el colombiano más importante de todos los tiempo, además el único colombiano universal e inmortal'», expresó a Xinhua Antonio Matera, secretario de Educación de Magdalena.
Pero aún así, ‘»nuestros jóvenes y nuestra niñez no lo conocen lo suficiente, por eso estamos trabajando en la implementación de una cátedra sobre la vida y la obra de Gabriel García Márquez para que en los colegios públicos del departamento se estudie como una asignatura más. Estamos dándole forma a este proyecto y esperamos que haga parte de los currículos a partir del 2015 en adelante'», añadió.