Albert Hofmann, el descubridor del LSD, nació en Baden, Suiza, 11 de enero de 1906 y falleció 102 años después, el 29 de abril de 2008 en Burg, Basilea, Suiza.
Entre sus títulos académicos están el de doctor en Farmacia y en 1929 doctor en Ciencias Naturales de la universidad de Zurich. Describió la estructura de la quitina pero es más conocido porque en 1938, mientras estudiaba los alcaloides producidos por el cornezuelo del centeno, sintetizó por primera vez ácido lisérgico (LSD), una droga que esperaba que fuera útil en el tratamiento de problemas respiratorios, aunque este efecto nunca ha sido demostrado.
El LSD se mantuvo en el cajón durante 5 años.
El 16 de abril de 1943, descubrió los efectos psicodélicos del LSD, de manera accidental, cuando una porción de la sustancia ingresó a su organismo a a través de su piel, lo que afectó a su sistema nervioso y le causó alucinaciones.
Hofmann había desarrollado «la sensación de que esta sustancia podría poseer otras propiedades además de las establecidas en las primeras investigaciones». Esta intuición lo condujo a sintetizar de nuevo el LSD-25 para que el departamento farmacológico llevara a cabo más pruebas. Según sus propias palabras, «esto era bastante poco habitual; las sustancias experimentales, como regla, se retiraban definitivamente del programa de investigación una vez se había determinado que carecían de interés farmacológico».
Mientras purificaba y cristalizaba el LSD, lo interrumpieron una serie de sensaciones extrañas. Había absorbido una pequeña cantidad a través de la punta de sus dedos, y describiría las consecuencias en el informe que envió en aquel momento al profesor Stoll:
Viernes 16 de abril de 1943: Me vi forzado a interrumpir mi trabajo en el laboratorio a media tarde y dirigirme a casa, encontrándome afectado por una notable inquietud, combinada con cierto mareo. En casa me tumbé y me hundí en una condición de intoxicación no desagradable, caracterizada por una imaginación extremadamente estimulada. En un estado parecido al del sueño, con los ojos cerrados (encontraba la luz del día desagradablemente deslumbrante), percibí un flujo ininterrumpido de dibujos fantásticos, formas extraordinarias con intensos despliegues caleidoscópicos. Esta condición se desvaneció dos horas después.
La única explicación que encontró fue que hubiera absorbido a través de la punta de los dedos parte de la solución de LSD mientras se cristalizaba. El LSD-25, dedujo, debía ser una sustancia de potencia extraordinaria si había hecho eso con una cantidad tan pequeña.
Resuelto a llegar al fondo del asunto, decidió llevar a cabo un experimento sobre sí mismo. Tres días después consumió 250 microgramos de LSD. Esta vez los efectos serían mucho mayores, y Hofmann necesitaba hacer grandes esfuerzos para poder hablar. Pidió a su asistente en el laboratorio, quien estaba al tanto del experimento, que le acompañase a casa.
El regreso a su casa lo hizo en bicicleta, durante el cual experimentó el primer “trip”, o viaje iniciático, situación que luego se difundió por todo el mundo, y propició que los consumidores del LSD con fines alucinógenos instituyeran esta fecha como el “Día de la Bicicleta”.
Además de trabajar para la industria farmacéutica de su país hasta 1971 en los Laboratorios Sándoz de Basilea, fue miembro del Comité del Premio Nóbel, miembro de la Academia Mundial de Ciencias, Miembro de la Sociedad Internacional de Investigaciones en Plantas de la Sociedad Americana de Farmacología.
Hoy se sabe que esta droga bloquea la acción de la serotonina, una hormona relacionada con la transmisión de estímulos, en el tejido cerebral, y por sus perniciosos efectos se impidieron los estudios que Hofmann pretendía para encontrarle un uso útil en enfermedades mentales, entre otras.
Pero, por sus efectos alucinógenos, fue una droga emblemática de la era hippie.
Para su regocijo, en la que quizá fue su última victoria, pocos meses antes de su muerte, las autoridades suizas permitieron en diciembre de 2007, que se realicen experimentos en psicoterapia con pacientes que sufren de enfermedades físicas terminales.
Entre sus libros se encuentran: Wasson, Robert Gordon, Hofmann, Albert,.Ruck, Carl A. P. (1978); The Road to Eleusis: Unveiling the Secret of the Mysteries (Ethno-Mycological Studies, No. 4;.Schultes, Richard Evans, Hofmann, Albert (1980): Plants of the Gods: Origins of Hallucinogenic Use;. Hofmann, Albert (1981): LSD, My Problem Child. (1981); Hofmann, Albert (2001): LSD Mein Sorgenkind; y Hofmann, Albert: Mi mundo interior, mundo exterior.