En Cuba a todo el mundo le gusta hablar de Carpentier o citar a Borges, pero muy pocos se permiten hablar de Nicolás Guillén y esto es porque estamos diseñados para ser más blancos cada vez, afirmó Wendy Guerra durante la presentación de su libro en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2014, que develó en compañía de Paola Tinoco y Magali Velasco.
“Negra, texto editado por Anagrama, aborda el tema del racismo soterrado, explícito, metaforizado, y lo expone desde la perspectiva territorial en Cuba pero también en diálogo con el Occidente, en particular con Europa y específicamente con Francia, que es un país recurrente en la prosa de Wendy Guerra, que es parte de su imaginario literario”, aseguró Magali Velasco, coordinadora de la FILU 2014.
La historia, señaló Velasco, muestra la vida de una modelo negra y a partir de ello despliega el concepto social que se tiene de la negritud; esto muestra también a la protagonista como un personaje fuerte sexualmente, femenino en toda la expresión de la palabra y border sexualmente porque transita por varios cuerpos y territorios.
“Mi novela es dura para la sección blanca de la literatura latinoamericana, porque muy poca gente acepta la negritud como un gesto y como una actitud, en otros casos el tema indígena; esto es un conflicto difícil a nivel tópico dentro del corazón y del cuerpo de los autores latinoamericanos que no hablan del indio y del negro como parte de su cultura ni de su mundo, y para mí ha sido muy difícil que en mi país haya afectado este nivel de racismo endémico para la publicación de este libro.
Destacó que en México sucede lo mismo: “La intelectualidad de aquí es muy catalana y muy norteamericana, por tanto es muy difícil parecerse a la cubana diciendo soy negra y hacer un personaje bisexual, negra que decide buscar a un amante francés porque el cubano no la acepta”.