Investigadores del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CEEISCAT) –que depende de l’Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPC)–, en colaboración con la asociación Àmbit Prevenció, han entrevistado a 1.600 mujeres que ejercían la prostitución en la calle y en locales en 2005, 2007, 2009 y 2011, siendo el sistema de monitorización de conductas en este colectivo con una trayectoria mas larga de Europa.
Con una media de edad de 30 años, la mayoría de las encuestadas eran inmigrantes procedentes del este de Europa (35,4%), África (24,3%) y Latinoamérica (29,1%). Mientras en el primer año de estudio el 14% de las trabajadoras del sexo declaró haber padecido alguna infección de transmisión sexual, la cifra aumentó hasta el 20,6% en 2011.
A pesar de que la prevalencia del VIH se ha mantenido a lo largo de los años en torno al 2%, su presencia es significativamente superior en las trabajadoras del sexo españolas (14,6% frente al 0,3% de las inmigrantes en 2011), lo que puede atribuirse en parte al consumo de drogas por vía parenteral.
El aumento de infecciones de transmisión sexual coincide con una bajada de guardia del colectivo con las medidas de prevención. Durante el periodo de estudio, aumentó el número de mujeres que utilizó de manera inconstante el preservativo en sus relaciones sexuales con los clientes en los últimos seis meses, del 5,1% en 2005 al 9,9% en 2011.
La falta de protección con las parejas estables, ya de por sí elevada, también aumentó entre ambos años, del 86,2% al 94,4%. En todo el periodo de estudio, la mitad de las trabajadoras del sexo manifestó haber realizado alguna interrupción voluntaria del embarazo en algún momento de su vida.
Inconstancia en el uso del preservativo
Las mujeres de origen español nuevamente tienen una mayor probabilidad de utilizar de manera inconstante el preservativo en sus relaciones con los clientes.
Otros factores asociados a ese uso inconstante fueron el consumo elevado de alcohol (hasta cuatro veces más), así como haber sufrido dos o más roturas del preservativo en los últimos seis meses (probabilidad casi tres veces mayor) o haber padecido alguna infección de transmisión sexual (dos veces mayor).
Esta relajación en las medidas de prevención puede relacionarse en parte con el incremento del número de mujeres que ejercen la prostitución debido a la actual situación económica y que ha llevado a una competencia de precios que puede traducirse en un aumento de las prácticas de riesgo.
El estudio confirma la importancia de contar con sistemas de monitorización conductual en los grupos más afectados por el VIH y las ITS y los datos presentados, como señalan los autores, demuestran la importancia de un abordaje integral de la salud para este grupo de mujeres, reforzando la educación y la información para prevenir embarazos e infecciones de transmisión sexual.
Referencia bibliográfica:
Folch C, Casabona J, Sanclemente C, Esteve A, González V. Tendencias de la prevalencia del VIH y de las conductas de riesgo asociadas en mujeres trabajadoras del sexo en Cataluña. Gac Sanit.2014;28:196-202 – Vol. 28 Núm.3. Disponible en: http://gacetasanitaria.org/es/tendencias-prevalencia-del-vih-las/articulo/S0213911113002252/