Al noroeste de Perú, en la llanura costera de Chira, existen al menos nueve crestas de playa –dunas de arena estrechas y paralelas a la línea de costa– que se formaron durante los últimos 5.100 años debido a la actividad de las placas tectónicas, los ciclos de El Niño, el cambio del nivel del mar y los procesos propios de sedimentación litoral.
En estas dunas sucede algo curioso: las más recientes tienen una forma diferente a las más antiguas. Para investigar por qué, investigadores de la Universidad de Maine (EE UU) han examinado fotografías aéreas, perfiles topográficos y muestras recogidas de los montículos.
“Nos dimos cuenta de que los últimos 300 a 500 metros de la planicie de los cordones litorales eran diferentes. Eran montículos bajos, con poco material de conchas y cáscaras”, declara a Sinc Daniel Belknap, coautor del estudio, que se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los científicos encontraron que, antes de 1532, las dunas situadas entre el delta del río Chira y Punta Balcones –que cubren 31 km de largo– contenían yacimientos llenos de conchas de almejas, rocas agrietadas por el fuego y otros artefactos colocados por los humanos.
“Las cáscaras desechadas por los primeros habitantes de la costa eran restos de comidas locales, pero también es probable que las procesaran mediante el secado o el ahumado para llevarlas tierra adentro a zonas más pobladas. En el proceso de tratamiento del marisco, las conchas se quedaron en la costa por ser un peso innecesario”, explica el investigador.
Según los autores, estos restos provocaron que las dunas se estabilizaran y conservaran, protegiéndolas de la erosión de los vientos costeros persistentes. “Así, los americanos nativos alteraron la costa durante al menos 5.000 años, pero la conquista española cambió ese patrón que afectó principalmente los procesos geológicos naturales durante los últimos 500 años, con notables efectos sobre la geomorfología costera”, señala el experto.
Playas con pocas conchas
En 1600, la población costera se redujo drásticamente y se trasladó al interior del país. A pesar de que la población aumentó de nuevo en los siglos XIX y XX, las conchas de las almejas se movieron hacia el interior en lugar de depositarse en las dunas de las playas. Como resultado, los montículos que se formaron durante los últimos 500 años son menos estables.
“Este es un ejemplo involuntario de modificación humana del sistema costero, que ha creado unas características fácilmente visibles desde el espacio”, añade Belknap.
Por este motivo, el estudio concluye que la conquista española no solo influyó en la cultura y la salud de los indígenas, sino que también cambió las características geomorfológicas costeras de Perú, que fueron moldeadas por la actividad humana.
“Recientemente hemos realizado muestreos con radares de penetración en la tierra, sobre los bordes de las dunas, para identificar mejor su estructura y presentaremos los resultados en otro artículo”, adelanta el científico.
Referencia bibliográfica:
Daniel F. Belknap y Daniel H. Sandweiss. ‘»Effect of the Spanish Conquest on coastal change in Northwestern Peru'».PNAS doi: 10.1073/pnas.1404568111