Esta fotografía se llama «Golpe de suerte» y el autor, Jason Bantle, la bautizó así porque esperó -realmente- durante años, cada verano, el poder tomar una imagen de éste tipo.
La mapache asoma la cara a través del parabrisas roto de un Ford Pinto, de los años 70, en una granja desierta en Saskatchewan, Canadá.
La mapache cada verano llega a ese vehículo abandonado para tener ahí a sus hijos, los cuales, al momento de esta fotografía, estaban en el asiento trasero, jugando, llenos de emoción.
Esa emoción era un sentimiento compartido por Jason, quien tomó la imagen desde su escondite cercano, en el que estuvo, esperando esta oportunidad, cada verano durante varios años.
El único acceso al automóvil era a través del pequeño orificio en el parabrisas agrietado. La brecha era de bordes romos, pero demasiado estrecha para un coyote (el principal depredador de mapaches en el área), lo que lo convirtió en un lugar ideal para que una madre mapache pudiese criar a su familia.
La imagen concursa en el Wildlife Photographer of the Year 2019, en la categoría Vida Silvestre Urbana.