Sandra Isabel Jiménez Mateos *
La lucha por la igualdad de los derechos entre blancos y negros en Estados Unidos inició por el asiento en un autobús.
Así fue.
El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery (Alabama, EE UU), una costurera afroamericana de 42 años llamada Rosa Parks se negó a ceder el asiento a un hombre blanco en un autobús, como cualquier persona negra debía hacer según la ley.
El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery (Alabama, EE UU), una costurera afroamericana de 42 años llamada Rosa Parks se negó a ceder el asiento a un hombre blanco en un autobús, como cualquier persona negra debía hacer según la ley.
Ella regresaba de su trabajo como costurera en unos grandes almacenes. Al subir al autobús tomó asiento en la parte de atrás, en los lugares permitidos para ciudadanos considerados de color (afrodescendientes, indígenas, orientales…). A medida que el autobús avanzaba, comenzaron a faltar asientos y quedaron de pie algunas personas.
Al darse cuenta de que había gente blanca de pie, el conductor paró el autobús para pedir a tres mujeres negras que se levantaran. Rosa Parks se negó a hacerlo, y no lo hizo ni cuando el conductor amenazó con denunciarla.
Finalmente Rosa Parks fue arrestada, enjuiciada y condenada por transgredir el ordenamiento municipal, por lo cual pasó la noche en el calabozo. La ficha que le dieron fue la 7053.
Rosa Parks entonces ya era secretaria y ayudante en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color y su actuar llamó la atención de un joven y entonces desconocido Martin Luther King.
Juntos iniciaron una protesta contra la segregación en los autobuses públicos de Montgomery que duró 382 días. Se inició así la lucha por los derechos civiles de los negros en EE UU.
En 1956, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró que la segregación en el transporte estaba en contra de la constitución estadounidense.
Rosa Parks no se levantó porque estaba cansada
Rosa Parks dijo tiempo después que no se levantó “porque estaba cansada”, pero no se refería a cansancio físico: como muchas otras personas en su situación estaba cansada de ser tratada como una ciudadana de segunda.
Rosa Parks, imagen de Irene Cuesta
Cada autobús de Montgomery tenía una sección para gente considerada de color. Esta sección no era de un tamaño fijo, sino que variaba según la colocación de un cartel. Las cuatro primeras filas solo eran para blancos y los asientos de atrás, para los demás (que eran más del 75% de los usuarios). Las personas que no eran blancas solo podían sentarse en las filas de en medio si no había blancos de pie. Si llegaba un usuario blanco, tenían que irse atrás, quedarse de pie o salir del autobús. El conductor del autobús podía reducir el espacio permitido a estas personas, o incluso quitar el cartel de delimitación.
Incluso subir al autobús suponía un problema: las personas que no eran blancas tenían que pagar su billete entrando por la puerta delantera, para luego bajar del autobús y subir por la puerta trasera. En ocasiones los conductores de los autobuses cerraban ambas puertas mientras las personas de color caminaba de la puerta delantera hacia la trasera, dejándolas sin subir al vehículo, aún después de haber pagado su transporte.
Durante años la comunidad negra y otros grupos protestaron por estas injusticias sin resultado.
Una persona, miles de seguidores
Por su militancia, Rosa Parks tuvo el apoyo de sus compañeros, quienes iniciaron una protesta poco después de que fuera arrestada:
«Estamos pidiendo a todos los negros que no suban a los autobuses el lunes, en protesta por el arresto y el juicio. Puedes faltar a clase un día. Si trabajas, coge un taxi o camina. Pero por favor: que ni los niños ni los mayores cojan ningún autobús el lunes. Por favor, permaneced fuera de los autobuses el lunes.”
Mensaje radiofónico anunciando la protesta
El “lunes” de protesta duró más de un año. Durante 381 días, la población negra de la ciudad de Montgomery se negó a subir a ningún autobús. El boicot a la compañía de transportes implicó a unas 42.000 personas, que suponían el 70% de los usuarios de los autobuses.
Las autoridades creyeron que, siendo ciudadanos pobres con grandes familias que tenían que desplazarse grandes distancias para ira a trabajar, la protesta no duraría mucho. Pero los ciudadanos se unieron masivamente a la protesta pacífica y encontraron alternativas de transporte: taxis, camionetas, coches particulares compartidos, bicicletas, o simplemente, caminar varios kilómetros todos los días.
Y la ley cambió
Finalmente, en noviembre de 1956, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaraba inconstitucional la segregación racial en los autobuses. La orden del Tribunal Supremo llegó a Montgomery el 20 de diciembre. El 21, la población que había sido segregada volvió a subir a los autobuses, solo que ahora podían sentarse donde quisieran.
“No tenía ni idea de lo que mis acciones podrían provocar. Cuando me arrestaron, no sabía como reaccionaría la comunidad. Me gustó que hicieran lo que hicieron al no subirse a los autobuses.”
Rosa Parks
Cuando Rosa Parks decidió no levantarse de su asiento, cambió las leyes de su país. No fue la primera persona que se rebelaba contra unas normas injustas, pero las circunstancias la llevaron a convertirse en la “madre del movimiento de los derechos civiles”.
Tras su muerte a los 92 años, en octubre de 2005, Rosa Parks fue velada en el Capitolio de Washington. Fue la primera mujer y la segunda persona afroamericana en recibir este honor, concedido sólo a 28 personas en la historia de los EE.UU.
Esta foto fue tomada el 21 de diciembre de 1956. La prohibición ya había sido abolida y Rosa Parks se sienta en las primeras filas. Su actitud serena y no violenta se convirtió en su seña de identidad. — (© UP/Corbis/Bettman)
- Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales, de la Universidad Veracruzana