Sandra Isabel Jiménez Mateos *
La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación.
Esta es la forma en que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), menciona a la poesía.
La Unesco igualmente apunta que «la poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la forma en que usamos las palabras y nuestros modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye sin duda otra faceta del diálogo entre las culturas».
La fecha del 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía fue aprobada por la UNESCO durante su 30º periodo de sesiones, celebrado en París en 1999 y el día se escogió por una razón muy sencilla: es la entrada de la primavera.
Según referencia, el 5 de febrero de 1998, el editor Antonio Pastor Bustamante solicitó a la Unesco la creación del Día Mundial de la Poesía, propuesta que fue aceptada ese mismo año.
En un principio se contempló el 23 de abril como fecha para conmemorar el Día Mundial de la Poesía, pero al tenerse ya en esa fecha el Día Internacional del Libro, esto se desechó.
De acuerdo con la decisión de la UNESCO, el principal objetivo de esta acción es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus respectivas comunidades.
Por otra parte, este Día tiene como propósito promover la enseñanza de la poesía; fomentar la tradición oral de los recitales de poéticos; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a las comunidades transmitir sus valores y fueros más internos y reafirmarse en su identidad; y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura.
La Unesco apunta que en el mundo contemporáneo hay necesidades insatisfechas en el terreno de la estética que pueden ser atendidas por la poesía si reconocemos su papel comunicativo y su gran valía como instrumento para despertar conciencias.
Se trata de una necesidad social y un medio de interiorización que impulsa a los jóvenes en particular a volver a los orígenes, consiguiendo que el mundo exterior los atraiga irresistiblemente hacia un conocimiento más profundo. Este impulso social hacia el reconocimiento de los valores ancestrales es asimismo una vuelta a la tradición oral y la aceptación del habla como elemento socializador y estructurador de la persona.
La poesía no sólo es la forma tradicional, si no el uso del lenguaje que usan los jóvenes en sus expresiones y música
Existe todavía una tendencia en los medios de comunicación social y el público en general a negarse a no valorar el papel del poeta. Sería útil actuar para librarse de esta imagen trasnochada, y conseguir que a la poesía se le reconozca el «derecho de ciudadanía» en la sociedad.
* Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), de la Universidad Veracruzana