La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco (que se celebra el 31 de mayo) y a través del Convenio Marco para el Control del Tabaco, que los países incrementen los impuestos sobre el tabaco para reducir su consumo, especialmente entre los colectivos con menores ingresos, como los jóvenes, impidiendo así que empiecen a fumar.

La OMS ha destacado que la subida de impuestos es la medida de control más eficaz en función de los precios.

Diversas investigaciones han puesto de manifiesto que el aumento de los impuestos es especialmente eficaz para reducir el consumo de tabaco entre los grupos de menores ingresos e impedir que los jóvenes empiecen a fumar. Un aumento del 10% en el precio del tabaco causado por una subida de los impuestos disminuye el consumo de tabaco en un 4% en los países de ingresos altos y hasta en un 5% en los países de ingresos medios bajos.

Asimismo, se considera que el incremento de los impuestos especiales sobre el tabaco es la medida de control del tabaco más eficaz en función de los costos. En el Informe sobre la salud en el mundo 2010 se indicaba que un aumento del 50% en los impuestos al consumo del tabaco generaría algo más de US$ 1400 millones de fondos adicionales en 22 países de ingresos bajos. Si dichos fondos se destinasen a la salud, el gasto sanitario estatal de esos países podría aumentar hasta en un 50%.

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