Anderson, natural de Indianápolis (Indiana, EE UU) fue doctor en física por la Universidad de Harvard y Nobel de Física en 1977 por sus investigaciones sobre la estructura electrónica de los sistemas magnéticos desordenados.
Sus investigaciones del comportamiento eléctrico de materiales sólidos como el vidrio, cristales y aleaciones ayudaron a la comunidad científica a comprender el magnetismo, la superconductividad y la estructura de la materia.
Tras completar sus estudios en Harvard, trabajó en los Laboratorios Bell, obtuvo una beca del programa Fullbright en la Universidad de Kyoto y pasó también por las universidades de Cambridge y Princeton, donde ejerció hasta 1984. Su trabajo abarcó la resonancia magnética, el ferromagnetismo, el estudio de semiconductores y el efecto Kondo, entre muchos otros.
Anderson era consciente de lo intimidante que podía aparecer su campo de investigación para aquellos que no eran mínimamente conocedores de la materia. Por eso, en 2011 publicó una colección de ensayos, conferencias y escritos titulada Más y diferente: notas de un cascarrabias reflexivo, donde reflexiona sobre su “pesadilla” recurrente de explicar a un foráneo de la física sobre qué le hizo exactamente ganar el Premio Nobel.