El sistema universitario mexicano es diverso y complejo, no es homogéneo a pesar de ser tratado así en el diseño e implementación de las políticas públicas gubernamentales, afirmó la doctora Angélica Buendía Espinosa, investigadora de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y coordinadora general del Laboratorio de Análisis Institucional del Sistema Universitario Mexicano (LAISUM) de esta casa de estudios.
Al comentar la aparición del Compendio del Sistema Universitario Mexicano –editado por la UAM, el LAISUM y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología– la investigadora señaló que éste es uno de los primeros resultados del proyecto Efectos de las políticas gubernamentales en las universidades públicas mexicanas (1989-2009): análisis institucional comparativo de su diversidad y complejidad, que es impulsado en la UAM.
Indicó que el compendio contiene datos básicos de 40 universidades públicas de México y explicó que en su primera parte se pone a discusión el tema de la diversidad y la complejidad del sistema universitario de nuestro país y se hace un primer acercamiento a la construcción de algunos datos básicos y de algunos indicadores para establecer en qué son diferentes las universidades mexicanas.
Algunos elementos de información contenidos en el compendio, son, por ejemplo, la antigüedad de cada uno de los recintos universitarios, lo que habla de la existencia de universidades muy jóvenes como la de la Ciudad de México o la de Quintana Roo y las más viejas como la UNAM, y esto “nos permite entender por qué sus desarrollos son distintos”, comentó la investigadora.
Otros datos e indicadores que pueden encontrarse son los referidos a las diferencias en la gobernabilidad de las organizaciones universitarias, por ejemplo, la forma como eligen a su rector, pues en algunas vota toda la comunidad, en otras son electos por una junta directiva como es el caso de la UAM, y otras por un consejo universitario.
Otra diferencia se encuentra entre aquellas que tienen bachillerato y las que no, así como la dispersión geográfica, pues algunas de ellas han crecido en el número de campus y posicionamiento regional, lo que refleja la existencia de universidades “muy cerradas o aquellas que han tenido que expandirse en la misma región”.
El presupuesto que recibe cada una de las universidades es también otra de las diferencias que se tienen que analizar, ya que algunas reciben presupuesto federal y otras estatal, comentó la investigadora, quien añadió que una de las primeras propuestas a las que se puede llegar, una vez hecho este primer acercamiento a estos datos, es “romper con la idea de homogeneidad del sistema” universitario de educación y avanzar hacia la incorporación de componentes regionales y contextuales en el ámbito de las políticas gubernamentales hacia el sector de la educación superior mexicana.
El Compendio del Sistema Universitario Mexicano está integrado por tres grandes rubros de información sobre 40 universidades públicas mexicanas que son su perfil institucional, datos e indicadores. Forman parte de él 10 tablas que presentan los datos e indicadores con el fin de facilitar su lectura y promover una visión comparada de los mismos. Se agrega también un glosario y la bibliografía en la que se basó el compendio, mismo que se constituye en un insumo para un acercamiento general a las universidades en cuestión.