Cinco estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) cursarán un año de su licenciatura en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas (INSA) de Toulouse, Francia, al haber sido aceptados por el Programa México-Francia-Ingenieros-Tecnología (Mexfitec) 2014-2015.

Dicho programa es un proyecto conjunto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Gobierno de la República Francesa, que cubre los costos de inscripción y colegiaturas en las escuelas francesas, mientras que el gobierno mexicano cubre los gastos de transporte y otorga manutención económica mensual a los universitarios, además de gestionar clases intensivas de francés complementarias durante seis semanas en Francia.

         Cinco jóvenes pertenecientes a las ingenierías Civil, en Alimentos y Química participarán en esta ocasión, sumando así un total de 13 alumnos en lo que va de las dos convocatorias donde ha participado la UV, y comentaron para Universo acerca de sus expectativas y lo que significa haber obtenido el apoyo gubernamental.

María Fernanda Abitia Orozco, estudiante del sexto semestre de Ingeniería Civil, consideró que “en la parte educativa van a crecer nuestros conocimientos y también la experiencia personal pues regresas en un año con grandes conocimientos de la cultura francesa, mejoras tus intereses y te relacionas con personas de todo el mundo porque es el perfil de ese instituto”.

Le llamó la atención que abordan temas como la ecología, educación ambiental, eco-construcciones y serán las materias que piensa cursar.

Agradeció el respaldo de sus padres que ha sido constante y en todo momento; también refirió que en su caso estudia francés desde hace tiempo porque le gusta mucho, “no ha sido tan pesado porque es como mi hobby”.

Otra de las posibilidades que contempla es realizar su trabajo recepcional a partir de esta experiencia, ya que conoce el caso de un compañero que trabajó su tesis de licenciatura en Francia, dentro del mismo programa internacional.

“No es difícil aplicar para el programa, gran parte consiste en saber de antemano las fechas para la entrega de la documentación y tenerla lista”, apuntó.

Víctor Rodrigo Victoria González, alumno de Ingeniería en Alimentos, cursa el sexto semestre y comenzó a estudiar francés hace un año; fue en este lapso cuando surgió la oportunidad de inscribirse al programa. “Yo lo veo como algo planificado; tienes que conservar tus calificaciones en orden, ir a la par con el idioma para cubrir los requisitos y las exigencias de los planes educativos en Francia”.

Su interés se originó por su gusto del idioma francés, “creo que es una gran oportunidad y una gran beca, sé que es un esfuerzo de la UV así como de la SEP, hay que aprovechar las oportunidades pues todo mundo quisiera una experiencia así, una estancia en el extranjero”.

Victoria González cursa francés en sesiones sabatinas y manifestó que su gusto por el idioma ha ido creciendo, no obstante a parecer difícil en un principio, comentó que se parece mucho al español.

“En México tenemos el equipo y la capacidad, hace falta gente que sepa aplicar esos conocimientos”, recalcó, “porque México tiene muchos problemas alimentarios, creo que sí se puede hacer algo y entre más preparada esté la gente más repercusión tendrá nuestra formación”.

Les gustaría conocer más acerca de la bioquímica, porque es un área muy interesante para el sector alimentario, “qué mejor que aprender otro idioma y aprendes las materias que te dan esta formación al mismo tiempo”.

En su casa se pusieron muy contentos al recibir la noticia, sus padres piensan que es una gran oportunidad y ha contado con su apoyo total desde el principio ya que promueve su desarrollo personal y aprenderá otras cosas, le dijeron sus padres.

“Nuestra carrera es nueva, tiene apenas seis años y tiene futuro”, por lo que los conocimientos adquiridos en el INSA le servirán para mejorar su perfil.

Cinthia Janet García Flores cursa el cuarto semestre de Ingeniería en Alimentos, y destacó que su interés por aplicar para el programa fue un encuentro entre sus experiencias de la infancia con la formación universitaria. “El francés lo comencé a llevar desde la primaria, mi maestra era de Francia y siempre nos hablaba de su país; me enamoré desde ese momento y cuando llegué a la UV me enteré de esta beca y la posibilidad, lo que hice fue retomar las clases de francés y empezar a prepararme”.

El proceso demandó sacrificios, como estar al corriente con los documentos, “sacrificar los fines de semana, hacer exámenes, lo que fue un poco difícil, sin embargo vale la pena”, afirmó.

Comentó sus expectativas al regresar de Francia: “Antes que nada quiero llegar allá y compartir los conocimientos que adquirí porque aquí la carrera de Ingeniería en Alimentos es nueva y quiero demostrar que somos ingenieros y que hay más posibilidades”.

Con su compañero Víctor Rodrigo Victoria se puso de acuerdo y se apoyaron para profundizar sobre bioquímica: “Es mejor llevar buenas bases y hacer un buen trabajo; aquí tenemos buenas bases, los maestros nos apoyaron muchísimo para reforzar los conocimientos, llegar allá y decirles: somos mexicanos, también sabemos”.

Carlos Alfonso Smith Grayeb, estudiante del cuarto semestre de Ingeniería Civil, se enteró del programa hace un año dado que su prima obtuvo el apoyo y actualmente está en Francia, fue ella quien le recomendó aplicar. Desde hace más de dos años estudia francés.

“Me dijo que al principio es difícil acostumbrarse pero vale la pena porque las universidades son muy diferentes”, señaló, “estoy muy interesado en conocer el trabajo del ingeniero europeo porque ellos salen a los cinco años con un equivalente a la maestría de México”.

Un tema que le gustaría conocer radica en torno al enfoque del INSA y las materias sobre energías renovables: “Ellos tienen varios proyectos sobre paneles solares y energía eólica, de regreso quiero aplicar esos conocimientos y de ser posible en un futuro estudiar la especialización en la automatización de edificios, buscando la eficacia en el uso de la energía, ahorro de agua, luz, se le conoce como domótica”.

Admitió que es necesario hacer algunos sacrificios: “Perdí algunas clases y algunos exámenes, pero se pudieron recuperar porque los maestros me dejaron presentar tareas, trabajos y exámenes”.

Carlos Alfonso enfatizó que todos ellos han tenido mucho apoyo por parte de la Facultad de Ingeniería, así como de la Dirección General de Relaciones Internacionales, que han estado al pendiente de su evolución a lo largo del proceso de selección y aprobación de sus solicitudes.

Irving Hamlet Méndez González, estudiante del sexto semestre de Ingeniería Química, ingresó al Departamento de Lenguas Extranjeras a estudiar francés por un gusto personal. Comentó que una amiga suya aplicó en el Programa de Movilidad en 2013 y al ver que fue aceptada, el joven comenzó a buscar oportunidades en el extranjero.

“Me gusta mucho lo que es la cultura francesa, su idioma y sé que hay tecnologías muy desarrolladas en Francia, entonces lo que más me motiva y emociona es ir a este país, recabar información, desarrollarme y regresar a compartirlo a México, ayudar de cierta forma.”

Uno de los principales intereses del universitario es revertir el daño que algunos procesos industriales han causado al entorno porque “sabemos que la ingeniería química contamina el ambiente; entonces por qué no crear procesos que beneficien u ofrezcan ayuda para generar procesos que reduzcan la contaminación, así se relaciona con el enfoque ambiental. También me gusta la administración, porque te puede llevar a muchos lados. Más que nada fue ese enfoque ambientalista y ayudar a que México esté menos contaminado”.

Cuando comentó en su hogar que quería estudiar en Francia durante un año, hubo desconfianza inicial, “querían que fuera por seis meses porque era demasiado y les preocupaba el asunto económico; al final de cuentas me siguieron apoyando y me felicitaron, cuando les di la noticia pensaron que me iba en ese instante y fue algo muy bonito. Me han apoyado siempre y me dijeron que me esperan grandes oportunidades”.

Respecto al hecho de haber sido seleccionado como uno de los participantes del programa, comentó que esto puede servir para que más jóvenes se interesen por aplicar. “Quedar servirá como motivación a mis compañeros porque soy el único que va por Ingeniería Química, lo tomaron muy bien”.

En su opinión las dificultades son salvables si hay el suficiente empeño y preparación, “si te gusta y estás motivado, si quieres seguir adelante lo logras, hay mucho apoyo de la Facultad, entonces el sacrificio se hace pero si terminas ganando, qué mejor”.

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