Los mamíferos constituyen uno de los grupos más sobresalientes de las comunidades terrestres de vertebrados. En la actualidad hay más de cinco mil 400 especies que habitan la mayoría de los ecosistemas del planeta, desde el murciélago abejorro, que pesa un gramo, hasta la ballena azul, con más de 100 toneladas. Los expertos estiman que podrían existir entre mil y dos mil aún por descubrir en el siglo XXI.
En el país se reportan 564 especies distribuidas en todo el territorio –aproximadamente 13 por ciento de la diversidad total– para ubicarlo en el tercer lugar mundial en esta riqueza. Aquí, 77 de cada 100 son especies menores a cinco kilogramos y pertenecen, principalmente, a los órdenes Rodentia (roedores), Chiroptera (murciélagos) y Soricomorpha (topos y musarañas).
Este grupo es uno de los más estudiados y ofrece interesantes retos teóricos y de manejo. En general, ha visto disminuidas sus poblaciones como resultado de las actividades humanas y algunos están en peligro de extinción. Así lo establece el artículo Biodiversidad de Chordata (Mammalia) en México, que integra el Suplemento Biodiversidad de México, de la Revista Mexicana de Biodiversidad, publicada por el Instituto de Biología (IB) de la UNAM.
En éste, Víctor Sánchez-Cordero, director de la instancia, así como Ruth Areli Gómez Rodríguez, Francisco Botello, José Juan Flores Martínez, Lázaro Guevara, Gabriel Gutiérrez Granados y Ángel Rodríguez Moreno, investigadores del IB, refieren que 10 especies de roedores y cuatro de murciélagos están en esta situación; nueve son endémicas (únicas del país) y a cuatro sólo se les encuentra en islas.
Es el caso de los roedores, Dipodomys gravipes, Neotoma martinensis y Peromyscus guardia, además del murciélago Myotis vivesi, están en esa condición por la introducción de fauna exótica como ratas y gatos en su hábitat, detallan.
Panorama nacional
Oaxaca posee la mayor riqueza de mamíferos en la nación con 199 especies, seguido de Jalisco con 177 y Chiapas con 171. Tlaxcala tiene la menor cantidad, con 28.
Recientemente se amplió el conocimiento sobre la distribución en regiones no inventariadas. Por ejemplo, en el Distrito Federal se registraron 63 especies en 2005; a pesar del perímetro reducido que ocupa (mil 479 km2), actualmente cuenta con 87.
De las 564 especies distribuidas en el territorio nacional, 157 (28 de cada 100) son endémicas, 112 son roedores, 20 soricomorfos (topos y musarañas) y 15 murciélagos, entre otros, diversidad que ubica al país en la segunda posición global, sólo superado por Indonesia.
Del total de mamíferos, cerca del 75 por ciento habita en los bosques templados de la Faja Transvolcánica Mexicana, el noroeste de Oaxaca y en las selvas del Occidente central.
En el texto, los autores estiman que no es improbable que en México se documenten descripciones de especies nuevas (los expertos consideran que podrían existir entre mil y dos mil aún por descubrir en el siglo XXI). Esto dependerá, en gran medida, del grado de conocimiento que se acumule como resultado de más colectas y el análisis de ejemplares depositados en colecciones biológicas.
Riqueza en peligro
Además de las especies en peligro de extinción, distintas poblaciones son mermadas o desaparecieron por la cacería furtiva y la destrucción de su hábitat. Es el caso del lobo mexicano, el oso pardo (que sólo existen en cautiverio) y la foca monje del Caribe (que ya desapareció).
También están en condición de riesgo el conejo de Omiltemi (Sylvilagus insonus), siete de 39 carnívoros, el tapir centroamericano, las tres especies de monos que habitan en las selvas del sureste y la Península de Yucatán, la vaquita marina y la ballena enana.
Los autores aluden a la importancia de continuar la recolecta científica ante el redescubrimiento de especies que se creían extintas. Es indispensable realizar actividades de manejo, uso y conservación de este grupo de vertebrados, reto cada vez mayor para los expertos del país, concluyen.