o que comenzó como un proyecto con la titánica tarea de interconectar cuatro grandes centros de cómputo en México, tiempo después se convirtió en la Academia Mexicana de Informática, A.C. (AMIAC), una de las primeras instituciones creadas en el país con el propósito de agrupar a los informáticos de mayor relevancia, y este 2016 cumplió 40 años de su fundación y actividades ininterrumpidas.
Desde su origen, sus fundadores concibieron la AMIAC como un espacio plural en el cual pudieran participar especialistas de alto nivel que han hecho contribuciones importantes por la informática en México, tanto en investigación como docencia y en organizaciones públicas y privadas.
“Una cosa que empezó como una idea, un sueño de unos cuantos jóvenes, ha ido cristalizándose y se han ido sumando varios científicos a lo largo de los años”, dijo Victorio Sánchez, miembro fundador de la AMIAC.
Aunque la academia tiene actualmente alrededor de 300 miembros, en sus inicios solo había 17 personas, quienes fueron los primeros impulsores.
En sus 40 años de vida, la AMIAC ha realizado congresos, investigaciones y ha permitido que la informática cobre relevancia en el desarrollo del uso de datos, derecho a la información y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Los orígenes de la creación de la academia
Cortesía AMIAC.
Victorio Sánchez recuerda que los orígenes de la academia se remontan a su puesto como asesor técnico en la oficina coordinadora de información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Fue contratado para coordinar las labores de interconexión de cuatro grandes centros de cómputo, una época en la que la única red que operaba con éxito era la ARPA, que había hecho un grupo de 17 universidades en EE. UU. para intercambiar información entre las bibliotecas.
“Me reuní con los cuatro directores de cómputo, que jamás en su vida habían pensado en interconectarse. Empecé a coordinar la información y a coordinarme también con ellos. Hicimos el diseño y montamos el equipo. El proyecto sorpresivamente sí funcionó y tengo el orgullo de decir que en México se hizo la segunda red de computadoras del mundo”, relató Victorio Sánchez.
El proyecto llevaba por nombre CAMAC, que en náhuatl se refiere a comunicación o palabra, y como logotipo eligieron una voluta, es decir, un adorno con forma de caracol o espiral que sale de la boca de los que están hablando para representar que están enviando un mensaje.
“Tras el proyecto, la amistad entre nosotros continuó y empezamos a ver que la informática era el futuro. Dándole vueltas y vueltas a este tema, tuvimos una serie de reuniones e invitamos a otras personas”, recordó.
La fundación de la academia como tal se dio el 14 de mayo de 1976 y se celebró en el Hotel Alameda de la Ciudad de México, donde se acordó formar la Academia Mexicana de Informática, un organismo dedicado a realizar estudios sobre la informática, una ciencia en ese entonces naciente.
El grupo eligió a Victorio Sánchez como el primer presidente de la academia.
Los miembros pertenecían a distintas instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y todos con la formación de las ciencias exactas. Todos eran profesores.
No obstante, según cuenta el doctor Victorio Sánchez, para darse a conocer realizaron un simposio, al que después de varios meses de organización, en colaboración con otras academias, asistieron dos premios Nobel.
Uno de ellos fue el doctor Leo Esaki, quien recibió la presea en la categoría de Física, por haber inventado la base de lo que actualmente se conoce como chips, un objeto tan pequeño que podía contener una gran cantidad de información. El otro invitado fue el Nobel de Economía Wassily Leontief, que era profesor en la Universidad de Nueva York.
Entre los invitados de honor también estuvo el entonces presidente de México, José López Portillo.
Los nuevos retos: ciberseguridad
Durante la ceremonia de la celebración de los 40 años de la academia, el doctor Demetrio Fabián García Nocetti, quien se convirtió en el nuevo presidente hasta 2019, comentó que buscará consolidar la AMIAC como un centro de pensamiento y de generación de políticas en tecnologías de información y comunicación.
Cortesía AMIAC.
Asimismo, detalló que uno de los retos de la AMIAC es crear una iniciativa para abordar el tema de la ciberseguridad.
“Mientras más organizados estemos, estaremos mejor capacitados para responder a cualquier tipo de ataques cibernéticos, pero para eso primero es necesario establecer buenas prácticas asociadas con el tema que después puedan generar políticas e iniciativas”, dijo el especialista del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS).
De acuerdo con los miembros de la academia, en México es necesario fomentar una cultura del respaldo de datos y protección de la información, un tema que se ha vuelto prioritario dada la vulnerabilidad que se puede tener en los sistemas como el sector bancario, la economía, la salud y el sector público en general para crear una política informática bien orientada para enfrentar este tema.
Por esta razón, en el futuro será crucial el trabajo de los integrantes de la AMIAC para fomentar una cultura.
No obstante, el doctor Victorio Sánchez aseguró que mirando en retrospectiva, lo que han hecho los miembros de la academia ha sido notable.
“Me siento muy orgulloso de haber puesto una semilla y ellos han sabido hacerla crecer y construir un auténtico ahuehuete: sólido y con unas raíces muy fuertes”, afirmó.
