Los maestros quieren controlar el acceso a Internet porque piensan que los jóvenes harán mal uso, por lo que el gran reto es cambiar la percepción de cómo se vincula el aprendizaje y la tecnología, aseguró Devon Jensen, del College of Education de la Georgia Southern University, durante el Segundo Coloquio Internacional sobre Brecha Digital en Educación Superior, organizado por la Universidad Veracruzana (UV).
En la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) Xalapa, el académico comentó que la mayoría de la tecnología no está diseñada para la educación, por lo que “es nuestra responsabilidad adaptarla para que pueda cubrir las necesidades académicas, de una manera apropiada en los salones de clase y con los estudiantes. Ahí es donde enfrentamos los desafíos, cómo nos apropiaremos de la infraestructura para llevarla a las personas y que los maestros pueden ser creativos para usarla en clases y en sus investigaciones”, expresó.
Con base en una investigación realizada entre estudiantes universitarios, informó que ellos dicen estar preparados para usar la tecnología y que aprenden a utilizarla de forma autodidacta o a través de sus amigos.
Invitado por el Instituto de Investigaciones en Educación de la UV, Devon Jensen invitó a reflexionar si los académicos están escuchando lo que piden los estudiantes en cuanto a utilizar la tecnología en los espacios educativos.
Enseguida planteó que es más barato comprar libros en línea que en papel, pues se genera menos impacto al ambiente. En su práctica académica, indicó, utiliza Internet para mandar a sus estudiantes ligas de sitios de interés y en un curso normal sólo requirió la impresión de ocho fotocopias, esto le generó un ahorro considerable a los alumnos.
Dijo que según los estudiantes la tecnología les ayuda a ahorrar tiempo, que contado en días, sería un ahorro de un mes; de hecho, precisó, 65 por ciento de los jóvenes utilizan la tecnología para realizar sus presentaciones. Asimismo aseveró que las universidades que no tienen educación digital perderán estudiantes, pues ahora existe una gran oferta al rebasarse los límites geográficos.
Leandro Rodríguez Medina, de la Universidad de las Américas Puebla, comentó que es una realidad que no hay acceso a Internet en todo el mundo, y uno de los grandes cambios que se tienen que dar en la materia tiene que ver con la producción distribuida.
En tanto, José Antonio Hernanz, académico de la Facultad de Filosofía de la UV, comentó que la brecha digital tiene gran peso en las personas, es una distinción antropocéntrica y de ahí se puede partir para hablar del tema. La historia de la humanidad, indicó, da cuenta de culturas que han tenido acceso a las tecnologías y eso no quiere decir que hayan tenido alguna mejoría.