Las universidades públicas deben conservar su carácter autónomo para cumplir su responsabilidad social, llevar a cabo sus funciones sustanciales y seguir formando egresados que sepan hacer lo que el grado académico que se les confiere avala, aseguraron los rectores de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM) y Veracruzana (UV) al participar en el Coloquio Veracruzano de Otoño 2012 “El futuro de las universidades”.
El evento se realizó en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la UV, campus Xalapa, el viernes 30 de noviembre, durante el segundo y último día de actividades de este encuentro que reunió a especialistas en educación superior de México, Latinoamérica y Europa.
Ahí, los rectores José Narro Robles, Enrique Fernández Fassnacht y Raúl Arias Lovillo coincidieron en que los beneficios de la autonomía no se circunscriben a los espacios universitarios, sino que trascienden a diversos sectores del país.
José Narro, de la UNAM, expresó: “Debemos exigir (al gobierno) con comedimiento el respeto a nuestras formas de ser. Tenemos que hacer valer nuestra condición de autonomía. Le conviene a todos, a las estructuras del estado nacional, a los poderes públicos, a los sectores”.
Y agregó: “No conviene que estemos sometidos a una línea, línea que además puede cambiar. Conviene más que tengamos una direccionalidad, una estabilidad en eso. Es indispensable. Y necesitamos que se nos aseguren condiciones con certidumbre de financiamiento”.
Citando al economista Carlos Tello, el Rector de la UNAM dijo que la autonomía es un antídoto contra la mano invisible del mercado y que por ello es preferible la mano visible del Estado para solucionar los problemas del rezago educativo. Lo anterior, aclaró, no significa volver a un Estado autoritario.
En tanto, el rector de la UAM, Enrique Fernández Fassnacht señaló que los universitarios tienen la responsabilidad de defender la autonomía y también el compromiso de rendir cuentas. En ese sentido, destacó que se debe contrastar cómo se utilizan los recursos con los resultados obtenidos.
Al referirse a la responsabilidad social de las universidades ésta se articula desde diferentes perspectivas: “Hablar de responsabilidad social es una cuestión difícil y se relaciona con cumplir cabalmente con su objeto: formar con calidad egresados en diferentes áreas del conocimiento”.
Planteó que las universidades públicas mexicanas son socialmente responsables cuando defienden la educación pública y sus valores, buscando que todos los ciudadanos tengan oportunidades para desarrollar sus capacidades, eliminando en lo posible los obstáculos de carácter económico y social, así como culturales y políticos que afectan o impiden el desarrollo, detalló el rector de la UAM.
“La universidad no se puede encerrar en sí misma”, aseguró, “tiene que comunicarse con la sociedad para determinar las necesidades de esta y contribuir, además de generar producción y difusión de conocimiento socialmente pertinente y contextualizados, generando impactos positivos en la competitividad económica, en la innovación y el desarrollo, así como un mejoramiento en la calidad de vida de las regiones en las que influye”.
Por su parte, el rector Raúl Arias Lovillo, dijo que gracias a la autonomía la UV hizo las reformas necesarias para fortalecer la calidad de sus programas educativos. “Nos permitió impulsar el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), basado en el aprendizaje, y también desarrollar un gran proyecto de vinculación con la sociedad”.
Asimismo, expresó que las universidades públicas del país deben jugar un papel protagónico en la construcción de una mejor nación, pues “cada vez más hay voces que demandan situar a la educación como el centro estratégico del futuro de México”.
Arias Lovillo agregó que la educación superior debe contribuir a generar condiciones para que el país eleve su capacidad competitiva y, a la par, continuar con la formación ciudadanos libres, críticos, informados y comprometidos con su entorno social.
Enseguida, enlistó algunos de los logros de la UV en la materia, como las Casas de la Universidad, establecidas en zonas de alta marginación; los proyectos de diversificación productiva en áreas marginales (DiproUV); la difusión cultural y artística; la contribución en materia de cambio climático, y el apoyo y asesoría a funcionarios de la mayor parte de los municipios de la entidad, por citar algunos proyectos.
“Si el estado mexicano se compromete en el futuro con un financiamiento adecuado, puntual y multianual, las universidades públicas del país tenemos la gran capacidad de renovarnos para enfrentar los retos del siglo XXI de esta gran nación”, concluyó.