Brasil presentó hoy un sistema de propulsión de satélites desarrollado en el país con tecnología nacional y que permite mover los equipos en órbita para corregir su posición y altitud.
El subsistema de propulsión de satélites, cuya base es un catalizador movido a hidrazina, un derivado químico del petróleo, fue desarrollado por ingenieros del estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
La innovación le permite a Brasil dominar la tecnología para la propulsión de satélites dentro de su órbita y crear un mecanismo que puede ser usado en la orientación de los cohetes cuando abandonan la atmósfera, según un comunicado del INPE.
La tecnología fue presentada este lunes en una visita realizada por el ministro brasileño de Ciencia y Tecnología, Marco Antonio Raupp, a las instalaciones del INPE en Cachoeira Paulista, municipio en el interior del estado de Sao Paulo.
El sistema será utilizado para equipar el Amazonia 1, un satélite que está siendo desarrollado por el INPE y cuyo lanzamiento está previsto para el próximo año.
En la actualidad, Brasil adquiere de otros países los propulsores para sus satélites o los desarrolla en asociación con otras naciones, como China.
Según cálculos del INPE, Brasil ya produce cerca del 60 por ciento de los componentes con que equipa sus satélites y necesitará al menos cinco años de desarrollo e investigación para alcanzar el 100 por ciento.
Entre los componentes producidos en el país destaca la aleación de aluminio de uso aeronáutico, fundamental para satélites y aviones.
El desarrollo del subsistema de propulsión contó con la participación de 50 investigadores del INPE y de la empresa Fibraforte, fabricante del equipo, y exigió una inversión de 100 millones de reales (unos 50 millones de dólares).
El nuevo sistema también podrá ser usado en el satélite geoestacionario que Brasil comenzó a desarrollar este año y que tiene previsto lanzar en 2014.
El equipo fue sometido con éxito a las diferentes pruebas de resistencia en los laboratorios del INPE, en donde se reproducen los esfuerzos y el ambiente hostil que el satélite enfrentará desde su lanzamiento hasta el fin de su vida útil en el espacio.