El Crohn es una enfermedad que afecta a dos de cada 1.000 personas. Una de las complicaciones de esta patología que más afecta a la calidad de vida de los pacientes es la aparición de fístulas en el recto y de abscesos perianales. Se dan en algún momento del curso de la enfermedad en un 40% de los pacientes. Los tratamientos farmacológicos existentes son eficaces para tratar esta complicación en un 50% de los casos. Para el otro 50%, hasta ahora, la única opción era la cirugía, que puede suponer para algunos pacientes la resección definitiva del recto.
En un estudio que publica la revista The Lancet se ha probado un tratamiento con células madre mesenquimales, producido por la empresa TiGenix, que se obtienen a partir del tejido adiposo. El tratamiento consiste en una única aplicación local en la que se inyectan las células directamente en el trayecto de las fístulas. En el estudio, multicéntrico y de fase III, han participado 212 pacientes, a la mitad de los cuales se les administró el nuevo tratamiento y, a la otra mitad, placebo.
Un 60% de los pacientes responden al tratamiento y el 50% logran la curación completa
Los resultados demuestran que, con una sola inyección, hay una mejora significativa con respecto al cierre de las fístulas y un mayor porcentaje de pacientes curan esta complicación. «Un 60% de los pacientes responden al tratamiento, y el 50% logran la curación completa», explica Julià Panés, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic Clínic y del equipo Enfermedad Inflamatoria Intestinal del IDIBAPS, y coordinador del estudio.
Calidad de vida
«Se trata del primer estudio de fase III que prueba una terapia celular para las fístulas en Crohn con resultados muy positivos», señala Panés. Y añade que «el estudio tiene dos implicaciones importantes: por una parte, los pacientes que hasta ahora no respondían a los tratamientos con medicación pueden conseguir la curación y evitar las cirugías; por el otro, se trata de una alternativa segura para el grupo de pacientes con enfermedad de Crohn en los que las fístulas son la única o principal manifestación de la enfermedad. En estos pacientes, el tratamiento con una sola inyección local evitaría el uso de medicamentos que suprimen el sistema inmunitario de manera general e inespecífica y aumentan el riesgo de infección».
A diferencia de los abordajes clásicos, esta técnica no altera el mecanismo esfinteriano, por lo que no produce incontinencia fecal
Por su parte, Damián García Olmo, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud y coordinador de la rama quirúrgica del estudio, señala que esta nueva terapia, pionera a escala mundial, “abre un nuevo escenario para estos pacientes, que con una única inyección de células madre procedentes de la grasa verán mejorar notablemente las fístulas, una complicación para la que hasta ahora el único recurso era la cirugía”.
Asimismo, García Olmo destaca que la gran ventaja de este procedimiento es que, “a diferencia de los abordajes clásicos, no altera el mecanismo esfinteriano, por lo que no produce incontinencia fecal, lo que supone a su vez un gran mejora en la calidad de vida de los pacientes”. “En definitiva, los resultados abren una puerta a la esperanza para un problema sin solución médica actual y cuya prevalencia está aumentando en nuestro país”, agrega.
En el estudio ha participado un equipo multidisciplinar internacional compuesto por más de 80 gastroenterólogos y cirujanos digestivos de 49 hospitales, 14 de ellos españoles, de siete países europeos e Israel.
Referencia bibliográfica: