Bajo la lupa moderna, la ciencia y la religión suelen verse como fenómenos de naturalezas distintas y distantes. Lo cierto es que en ese largo experimento de campo que llamamos historia, ambos universos (las disciplinas científicas y religiosas, su pensamiento y sus profesionales) han establecido relaciones armónicas pero también han tenido situaciones tensas y episodios llenas de acrimonia. Es correcto a la vez que simplista afirmar que la relación histórica de estos dos mundos ha sido (y sigue siendo) tremendamente compleja, pero el asunto no se queda ahí. Hoy que ambos mundos coexisten en relativa paz, se hace notorio que más que distancia, hay evidencia de lo contrario: de la relevancia de la una dentro de la otra. Ciencia y religión, a pesar de las tendencias modernas hacia la separación de las esferas sociales, parecen sostener -en el fondo- una relación de interconexión cuando no de interdependencia.

Durante la visita del Papa al Reino Unido , el historiador Thomas Dixon presentó el documental “¿El fin de Dios?  Una guía horizonte a la ciencia y la religión“. La redacción lo recomienda. Dixon examina la compleja relación entre ciencia y religión desde el icónico juicio de Galileo en el siglo XVII hasta la construcción del Gran Colisionador de Hadrones apenas hace unos cuantos años (y sus increíbles implicaciones para la formación de nuevas nociones sobre el universo). Sin ignorar las estructuras políticas que sostienen nuestro entendimiento del universo científico y el religioso, también se aventura  a revisar los detalles de asuntos como las maneras en que el efecto placebo puede ser observable en las razones que da la neurociencia sobre la creencia en Dios. Puede ver el documental aquí: The end of GOD? Video.

El profesor David B. Wilson ha señalado que la historiografía de la relación entre la ciencia y la religión ha ido abandonando los esencialismos  que los separaban y se ha movido hacia un entedimiento histórico y contextual de lo que significa ciencia y lo que significa religión:

Una revolución historiográfica ha surgido en décadas recientes a partir de estudios que argumentan que la ciencia y la religión se han relacionado de muchas maneras, de formas armoniosas inclusive. Estos estudios han subrayado que los propios significados de las palabras ciencia y religión han cambiado considerablemente en el tiempo […] En consecuencia, la ‘hipótesis de la complejidad’ va sustituyendo a la ‘hipótesis del conflicto’ en el entendimiento de los historiadores de la relación entre ciencia y religión.

La revisión crítica que hace Wilson en su artículo “The Historiography of Science and Religion” no sólo es muy clara, sino que revisa una serie de textos clásicos y contemporáneos que seguro serán de interés para aquél que quiera profundizar en el tema desde una perspectiva histórica-no-esencialista (pp. 13-29).

Tomado de «Registro personal», un blog de la Revista Nexos

 

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