Félix Urbina, estudiante del cuarto semestre de la licenciatura en Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana (UV) obtuvo, con la coreografía titulada El hambre, el primer lugar del sexto Concurso de Creación Coreográfica Estudiantil, realizado en el marco del sexto Encuentro Nacional de Estudiantes de Danza, que se llevó a cabo del 8 al 11 de octubre en la UV.

         “La coreografía El hambre tuvo un desarrollo coherente de la idea planteada, una conexión expresiva grupal muy interesante, hicieron un buen uso del espacio en relación a las acciones propuestas y pudieron construir diferentes espacios físicos y emocionales con un adecuado trabajo rítmico y sonoro”, expresó la coreógrafa argentina y miembro del jurado, Natalia Cosquín, al nombrar el trabajo ganador.

         En la premiación, realizada en la sala Emilio Carballido del Teatro del Estado, también se reconoció como mejor intérprete femenina a Ana Ibarra, de la UV y como mejor intérprete masculino a Leonardo Blanco, de la Universidad de Guadalajara; de ambos, el jurado destacó la notoria capacidad técnica y expresiva mostrada en su participación.

El jurado del concurso estuvo integrado por Eleno Guzmán, subdirector de Artes Escénicas del Centro de las Artes de San Luis Potosí; Rodrigo Esteva, codirector de la compañía Dance monks, de Nueva York y por la académica y coreógrafa argentina Natalia Cosquín. Los miembros del jurado coincidieron en que para emitir una decisión, se contemplaron todos los elementos de las creaciones presentadas por los estudiantes, dando importancia especial al trabajo en equipo.

“Se analiza el ejercicio de composición, pero no sólo del movimiento corporal; tratamos de tomar en cuenta la originalidad de la idea y el desarrollo de la misma, lo que incluía el aprovechamiento espacial, el apoyo sonoro y el trabajo dancístico y coreográfico. Pusimos especial énfasis en cómo se desarrollaron las interpretaciones individuales y en grupo, nos interesó mucho ver cómo los estudiantes aplican el criterio de trabajo en equipo”, dijo Eleno Guzmán.

         Natalia Cosquín afirmó que para los bailarines en formación el espacio escénico es también para la investigación y desarrollo de expresión, por lo que quienes pretendan mejorar en su desempeño profesional, pueden aprovechar actividades como estos concursos para  robustecer su formación como ejecutantes y desarrollar formas propias de comunicación, lo que suma elementos para construir su persona escénica.

         En opinión de Rodrigo Esteva, resulta siempre un acierto realizar el concurso de creación coreográfica en medio del Encuentro Nacional de Estudiantes pues “esta competencia empuja a los participantes a dar lo mejor de sí pues ya no es sólo una convivencia con gente que está en la misma profesión, el concurso permite analizar y comparar la calidad del trabajo que realizan jóvenes artistas con formaciones diversas; es una oportunidad para investigar y tomarse el trabajo en serio”, afirmó.

Imágenes de las coreografías y de la premiación del Concurso de Creación Coreográfica

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